Mapa de La Dimensión Mágica de Bosques

Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques

  Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques   La Dimensión mágica de Bosques, lugar donde habitan los seres tres esencias y algunos yok...

lunes, 20 de diciembre de 2021

Orden de lectura de La zorra y la jaguar

 

Orden de lectura de “la zorra y la jaguar”

La historia de una zorra mágica y una mujer jaguar.

 

1 La historia de Kyantati

2 Kundam, la mujer jaguar

3 La Jaguar, la zorra y las lobas

4 Batalla a ciegas en la jungla

5 Los testigos y el consejo de la jungla

6 Las dos guardianas de la jungla

lunes, 13 de diciembre de 2021

Las dos guardianas de la Jungla

 

Las dos guardianas de la Jungla

 

Era una mañana en la jungla, la zorra Kyantati estaba de espía en otros lugares de este mundo.

Las dos guardianas, Kundam y Zanala, dos fuertes mujeres jaguar que hace pocos meses ocuparon el puesto por mérito propio de hazañas.

Kundam y Zanala  caminaban por la jungla, observando todo a su alrededor, en un momento, se sentaron debajo de unos árboles, se desperezaron y estiraron sus cuerpos.

¿Qué decir de ellas dos? Ambas eran de piel canela y de medianas a altas de altura, grandes de contextura, una llevaba una armadura de cuero y la otra una de metal con partes de cuero, ambas con faldas hasta las rodillas y botas de combate hasta la rodilla. El pelo de ambas era de color negro.

Mientras descansaban debajo de los arboles charlaban un rato sobre cosas personales.

-Kun…

-Dime Zan

-¿Extrañas algo de nuestras infancias?

-La verdad que no lo tenía en cuenta, pero si, recuerdo cuando éramos pequeñas y hubo un descontrol con un grupo de anacondas, nuestros padres no nos permitían salir de las cuevas para no ser presa fácil.

-¡Que tiempos locos! ¡Anacondas! Bichos raros si me preguntas.

Estuvieron un rato más debajo de los árboles, hasta que les entró el hambre, gruñían más fuerte sus estómagos que ellas estando enojadas. Decidieron ir por comida.

Caminaron un poco y consiguieron unos roedores desprevenidos para comer, también algunas frutas.

Se pusieron a comer, no tardaron mucho en terminar de comer, estaban muy hambrientas, luego de terminar de comer, se fueron caminando al margen del rio más próximo.

Allí mojaron su pies y aprovecharon a asearse un poco, ambas estaban sin sus armaduras, y se metieron hasta la cintura en el rio, se bañaron un rato e incluso se tiraron agua una a otra  en tono juguetón.

Una vez ya limpias y refrescadas, salieron del rio se pusieron sus armaduras y las ajustaron.

En eso, llegaba Kyantati cansada de tanto trabajo hecho.

-Kyan, ¿Qué nuevas noticias nos traes? – Preguntó Zanala

-Hay movimiento de pájaros, nada del otro mundo.

-Entonces no hay nada de qué preocuparse. – concluyó Zanala

Luego de esto, las tres charlaron de cosas de mujeres, y Kyantati les mostraba los últimos modelos de vestimenta que vio el otro día en lugares lejanos.

-Que ropas tan locas que vistes Kyan, ¿eso se ponen las mujeres?

-Pareciera que sí, ¿pero quien soy para decir que está bien y que mal?

Llego la noche y fueron a dormir, al otro día, ambas mujeres jaguar se despertaron temprano para practicar combate entre ellas, estaban muy parejas en habilidad.

Esto tranquilamente es un día en la vida de las guardianas de la jungla de Latinoamérica. Si te ha parecido un relato aburrido, no importa, tengo mejores para mostrarte, en otro momento habrá mejores aventuras para contar, pero eso queda para más adelante.

Fin

lunes, 29 de noviembre de 2021

Los testigos y el consejo de la Jungla

 

Los testigos y el consejo de la Jungla

 

Caminaba la zorra Kyantati por la jungla viendo el paisaje, cuando de pronto llegó a un rio, en el cual Kundam la Jaguar estaba sentada en su orilla con los pies en el agua y profundamente pensativa.

-Kun, ¿qué te sucede?- Preguntó Kyantati

-Oh, Kyan, me han votado para ser guardiana de la jungla, junto con otra Jaguar, una amiga de la infancia.

-¡Pero esas son buenas noticias!

- Sí, lo son, pero sucede algo

-¿Que sucede? ¿Qué puede arruinar algo tan bello y alentador?

-Debo presentar testigos que avalen mi mérito, y no sé a quienes presentar, no sabría a quienes llevar a mi evaluación.

-Un momento… -dijo la zorra y se puso a pensar un instante.

Luego de unos minutos largos e incómodos, se iluminó la mente de la astuta zorra.

-¡Ya sé! Sé a quienes llamar. –dijo y se acercó a decirle una catarata de palabras al oído.

-¿Estas segura?

-Pero sí, estoy segura, confía en mí.

Pasaron dos días y ya era el día de presentar los testigos al consejo de animales de la jungla. Estaban presentes animales de todas las especies, monos, pájaros, jaguares, pequeños animales, una gran reunión en medio de la jungla.

-¡Silencio silencio! Entramos en sesión – dijo un viejo jaguar a toda la concurrencia.

Estaban ahí, Kundam la mujer Jaguar, Zanala la otra candidata a guardiana y aún no había llegado Kyantati y los testigos de Kundam.

Zalana, había presentado todos sus testigos, muchos de los cuales la dejaban bien parada y con lo necesario para obtener el puesto. Le tocaba el turno a Kundam, pero los testigos se demoraban.

-¡Kundam! ¿Dónde están tus testigos? Recuerda que podemos dejar vacante y sin efecto tu candidatura. –le advirtió uno mono.

-¡Momento! Permítanme pasar a mí y a los testigos –dijo Kyantati que recién llegaba.

-¡Permiso concedido! Pasen, digan sus nombres y que es lo que testifican.

Empezaron a pasar nada más y nada menos algunos personajes algo inesperados.

-Fedrez patas blancas, guardián del recinto de ancianos del gran bosque, Kundam ha ayudado en alejar cazadores de mi bosque, nunca vi a alguien tan feroz y disciplinado como ella.

-Fleur la tejedora, maestra y señora de los telares, Kundam me ha ayudado a salvar a varios seres mágicos de un derrumbe de tierra en medio del bosque.

-Villkamuzta, señor de las tierras heladas del norte, Kundam me ha ayudado en un crudo invierno recolectando comida para los que necesitaban alimento.

-Kyantati la kitsune, maestra del disfraz y espía al servicio de quien me contrate, Kundam me ayudado con varios altercados, demostró ser eficiente en la lucha cuerpo a cuerpo y una implacable luchadora de lo justo, aparte de preocuparse por sus hermanos y miembros de su grupo de amigos.

La mujer-Jaguar no sabía que decir al respecto, estaba helada, no sabía que todos ellos iban a aparecerse a ayudarla.

-Kundam, ¿todo esto es cierto? Responde, está en juego tu futuro puesto. –le dijo un miembro del consejo.

-Consejo de la jungla, todo esto es cierto y ustedes saben que no se me permite mentir, sí, ayudé a toda esta gente e hice todo lo que ellos dicen.

-Bien bien, dejen que deliberemos, Consejo, a debatir y considerar lo expuesto por ambas aspirantes.

El consejo se retiró y todo quedó en silencio. Zalana se acercó a Kundam y le dijo:

-Kun, veo que trajiste unos testigos mejores que los míos, no te culpo, yo también seré una guardián después de todo

-Zan, tu sabes que tengo amistades algo raras.

-Kun, eso no importa, te considero una gran compañera, no te veo como adversaria, sé que podemos llevarnos bien, por algo nos han elegido a ambas, no creo que fueran a elegir dos rivales.

Zalana era una Mujer-Jaguar de mediana estatura casi llegando a alta, de ojos grises, contextura mediana, piel algo tostada en su forma de humana, tenía un año menos de edad que Kundam, en su forma de Mujer jaguar y de humana, vestía con una falda de cuero tableada hasta las rodillas  y una armadura de cuero que cubría su torso.

Luego de un largo rato, el consejo volvió de su debate y deliberación, todos los presentes hicieron silencio.

-Muy bien, testigos, aspirantes a guardianas, publico presente, llegamos a un acuerdo, los testigos presentados fueron muy convincentes, los testimonios igual de buenos en ambos casos.

Había una tensión en el ambiente que tranquilamente se cortaba con un cuchillo o tijera bien afilados.

Kundam y Zalana se pusieron una al lado de la otra, en su forma de mujeres Jaguar, casi separadas por la distancia de un cuerpo, sus colas felinas estaban inquietas.

-El consejo de la jungla decide que…Zalana y Kundam son las nuevas guardianas, queridas Jaguares, reciban la esfera facetada de cristal que demuestra que son las nuevas protectoras de este lugar, la jungla o selva latinoamericana.

Todos los presentes vitorearon a ambas mujeres, mientras dos monos le colgaban del cuello su distintivo y amuleto protector.

Zalana y Kundam se fundieron en un abrazo y se prometieron ser las mejores compañeras en esta nueva etapa de sus vidas.

Kyantati no pudo más de la alegría y abrazó a ambas mujeres para felicitarlas con gran efusividad.

-En cuanto a Kyantati la Kitsune…

Todos los presentes hicieron silencio de golpe.

-Kyantati la Kitsune, será la informante de Zalana y de Kundam, le damos este nombramiento por que también reunió un gran mérito para este puesto que ahora va a ocupar.

La zorra se quedó muda, pasados dos minutos incomodos contados por reloj, la zorra dijo lo siguiente:

-¡Sí! ¡Por fin he llegado! Queridas chicas, no saben lo alegre que estoy, por fin estaré en un trabajo para el cual sirvo. ¡Gracias querido consejo!

Luego de esto, Kyantati, Zalana y Kundam fueron a festejar, no sin antes despedirse de los testigos de Kundam que fueron de gran ayuda. Fueron a la orilla del río comieron algunos animales que cazaron y algunas otras cosas muy sabrosas.

Zalana y Kundam se convirtieron en las nuevas guardianas de la jungla y Kyantati en la informante, espía y recolectora de información, el grupo de tres mujeres, empezaba sus tareas en este momento que estás leyendo este relato, ten cuidado de no caer en sus garras.

Fin.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Batalla a ciegas en la jungla

 

Batalla a ciegas en la jungla

 

Era una tarde en la jungla de Latinoamérica, Kundam la mujer-jaguar y Kyantati la zorra kitsune estaban caminando una al lado de la otra tranquilamente, cuando de pronto, se les aparece un hombre de barba, pelo hasta los hombros, con zapatos y un traje de tres piezas color negro, pañuelo de cuello de colores y camisa de color blanco.

-¿Quién eres? ¡No te conozco! Kyan… ¿Quién es este hombre que nos corta el paso? –preguntó Kundam a Kyantati.

-Este hombre es Mano...

-Ja ja ja, ¿Quién soy? soy Anderic, mejor conocido como Mano Negra, y vengo a probar si eres una verdadera guerrera. -Dijo el hombre jocosamente interrumpiendo a ambos seres.

-¿Mano negra? Pensé que eras una simple leyenda, pero si quieres probarme, aquí estoy, tira con lo que tengas a mano.

Entonces Mano negra, sacó una pluma estilográfica de su bolsillo y de ella salieron y se materializaron tres monas aulladoras.

-¡Por mi jungla! Las monas que me hacían bullying de más joven ¡las tres revoltosas!- dijo una cabreada Kundam.

Las tres monas se reían burlonamente y se comentaban cosas entre ellas.

-gatita gatita micifuz, ven gatita, ven a jugar con las monas ja ja ja – dijeron las monas.

-¿Estas monas te acosaban cuando eras más pequeña? –Preguntó Kyantati a la Jaguar

-Eran un infierno de tontas, insoportables, burlonas, molestas a no más poder –Dijo Kundam con una voz baja.- ¡Acepto la pelea y la evaluación!

- Muy bien, vamos a un lugar más cómodo. –concluyó Mano Negra.

Todos se dirigieron a un espacio abierto, con casi nada de vegetación, muy cerca de un río dentro de la selva.

Las tres monas se prepararon para combatir, Kundam se puso a una distancia prudencial, Mano Negra y Kyantati se ubicaron al pie de un árbol para ver el combate.

-Mano negra ¿Estás seguro de hacer esto? –preguntó la zorra

-Kyan… todo es necesario, si no se enfrenta a sus traumas, dudará en la batalla real, aparte, quiero ver algo divertido. – Dijo Mano Negra con una sonrisa socarrona en su boca.

Antes de empezar el combate, Kundam se vendó los ojos, se tapó los oídos con dos algodones. Todos los presentes se quedaron mudos ¿Qué hace esta Jaguar? ¿Está loca? Kundam se paró erguida con ambas patas/manos juntas.

-Los sentidos son engañosos, la vista, el oído, lo único que ve bien es el ojo de la mente, de la intuición, del instinto, el tercer ojo, todo es ilusión. Vengan cuando quieran monas asquerosas.-Dijo Kundam poniéndose en guardia.

Las monas se precipitaron contra ella, escalando los árboles, usando las lianas a su favor, pero la jaguar las esquivaba, incluso trataron de tirarles zancadas, pero la jaguar esquivaba todo, daba volteretas en el aire, aun estando con los ojos y oídos anulados.

Se movía con una fluidez típica de un felino y con gran elegancia, incluso con su armadura de cuero y metal puesta.

Luego de esquivar un rato los ataques, empezó a atacar ella, anticipándose a todos los ataques, con fuertes arañazos, golpes de palmas abiertas, patadas precisas y llaves de proyección.

La pelea ya llevaba cuarenta y cinco  minutos y las monas ya mostraban deterioro en sus movimientos pero Kundam todavía estaba como si solo hubiera entrado en calor, cuando de pronto, hicieron un ataque combinado, pero ese ataque fue anticipado por los duros golpes de Kundam, tan duros que tiraron por los suelos a las monas.

-¡Suficiente, ya basta! Kundam, sácate las vendas de los ojos y los algodones de los oídos, te has demostrado digna, has sobrepasado mis expectativas, me has dejado en ridículo. ¡Monas quédense quietas!

Kundam se desató la venda de sus ojos, se quitó los tapones de los oídos y se sentó en el suelo, Kyantati salió corriendo a ver a su amiga.

-No puedo creer lo que vi, casi nadie hace semejante locura eres excepcional Kun. –dijo Kyantati con una emoción enorme.

Mano Negra tomó su estilográfica e hizo desaparecer a las monas, mientras estas desaparecían, ellas dijeron:

-Perdón porque te hicimos bullying, éramos unas idiotas y aun lo somos, pero nos has dado una gran lección. –dijeron las monas y al segundo desaparecieron.

-Gracias por ponerme a prueba Anderic, más que seguro que si me ofreces estar en un grupo de luchadores, ahí estaré.

-Voy a considerarlo, Kundam, me has dejado con la mandíbula caída.

-¿Mano Negra, Mano Negra, me evalúas a mí? –dijo Kyantati cambiando su ropa a un corto vestido de encaje con falda corta, medias tres cuartos de red con portaligas, unos guantes de encaje y varias ligas en sus piernas y dejando sus orejas blancas de zorra al descubierto y una gruesa gargantilla en su cuello, todo de color blanco.

Kyantati se acercó a un espantado Anderic que no podía reaccionar ante lo que veían sus ojos.

-¿Qué opinas Mano negra? –dijo Kyantati abrazando a un tembloroso hombre de traje.

-¡Que tengo otras cosas para hacer! Felicidades Kundam, excelente desempeño –Dijo el hombre que salió corriendo despavorido.

-¡Oye! ¡Ven aquí, viejo esquivo! ¡No te escapes de mis encantos femeninos! ¡Cae en ellos!- Dijo Kyantati corriendo detrás del hombre trajeado.

Mientras tanto, Kundam se acercaba al río para tomar agua y ver su reflejo en el mismo.

-He llegado lejos, no puedo negarlo, sea cual sea la amenaza que venga después, estoy preparada.

Se sentó en el borde del rio remojando sus piernas mientras aseaba sus brazos, con la escena de Mano Negra tratando de escapar de una enojada Kyantati que estaba vestida muy sexy.

¿Qué más viene en camino? Puede ser cualquier cosa. Pero estamos seguros de que Kundam puede enfrentarlo.

Fin.

sábado, 20 de noviembre de 2021

La historia de Kyantati

 

La historia de Kyantati

 

¿De dónde viene ese kitsune hembra llamado Kyantati? ¿En serio quieren saber? Les contaré…

Hace varios años atrás en un bosque mágico, lleno de vegetación…

Había nacido una camada de zorros rojos muy bonitos, eran cinco en total, papá zorro había llegado de cazar algo para mamá zorra, que había tenido un trabajo de parto que le había producido mucho cansancio.

Cuando los vio papá zorro, vio algo raro, la única hembra de la camada, había nacido de color blanco, pero eso no era todo, había nacido con una particularidad, aparte de ser una zorra roja de color blanco como la nieve… tenía dos colas, era la única con dos colas, blanca, hembra y de dos colas.

La noticia llego lejos en el bosque, muy lejos, incluso a oídos de seres mágicos que se pensaba que no existían.

Papá y mamá zorro, habían ocultado a su hija por vergüenza, pensaban que era una especie de maldición o mal chiste de la madre naturaleza.

Cuando los cachorros ya había cumplido un año y medio de edad, fueron visitados por un ser muy especial.

-Hola, ¿están en casa? No me hagan esperar, soy un ser muy ocupado.-escucharon los zorros en su madriguera, sin embargo salieron a ver quién les hablaba.

Salieron afuera y los estaba esperando un gran y viejo zorro blanco de nueve colas largas, de ojos rojo carmesí.

-¿Aquí nació una pequeña zorra de color blanco y dos colas?

-Anciano kitsune, que sorpresa, ¿Que hace alguien como usted por aquí?

-No me han respondido –dijo el anciano con seriedad.

-Oh, discúlpenos, sí, nuestra hija… ¿Qué nombre le hemos puesto a la pequeña querida? ¿Tati?

-¿No se llama Kyan?

-La llamaré Kyantati entonces para no hacer más confusión… su hija es un ser importante… había una leyenda de que una zorra de color blanco iba a nacer, Kyantati sal de la madriguera… - dijo el viejo zorro legendario.

De la madriguera salió una simpática raposa de color blanco nieve, de dos colas peludas y mullidas, miró al anciano blanco y dijo:

-¿Quiere ver cómo me transformo en humana?

-¡¿¡¿Que?!?! ¡No Kyan! no compliques más las…- solo dijeron sus padres

-Encantado de ver eso pequeña – interrumpió Kitsune.

Entonces Kyantati se convirtió en una niña acorde a su edad, vestida con un pequeño vestido cruzado lleno de flores que llegaba al piso. Como si fuera poco, lo hizo cambiar de color.

-Eres justo a quien buscaba, pequeña Kyantati, ¿quieres venir a ser educada por mí? Tus padres pueden visitarte cuando quieran, pero cuando te crezca la tercer cola, deberán despedirse de ti, pues eres un ser como yo, vivirás un montón de años, casi tantos como yo.

-Acepto. –dijo la pequeña zorra blanca.

-Será como usted diga anciano Kitsune, no teníamos idea de esto, pensamos que la naturaleza nos jugó una mala pasada, pero vemos que es una bendición de cierto modo. –dijo papá zorro.

Luego de ese día, Kyantati o Kyan, fue creciendo conforme pasaba el tiempo, mejoraba su repertorio de atuendos, incluso algunos eran demasiado llamativos, raros y algunos ya no se podía decir si eran ridículos o vergonzosos por no mencionar que algunos eran impensados o casi irreales.

Sin embargo, sus atuendos la hacían pasar desapercibida, incluso en algunos recintos eran bien recibidos, sobre todo en aquellos de gente joven y algo distraídos, incluso tímidos, jugadores de juegos algo raros y que también vestían como ella o interpretaban raros personajes muy llamativos.

Kyan, a pesar de convertirse en humana, no conseguía ocultar sus colas y sus orejas, o unas u otras, pero no ambas al mismo tiempo… o colas u orejas, no había de otra manera.

Sin embargo, pasaba desapercibida, adornando su cabeza con tocados de flores o pelucas e incluso sombreros, algunos pensaban que sus orejas eran de mentira, ella tenía que aguantar los tirones desgraciadamente…

¿Qué pasó con la tercera cola? Ese día, papá y mamá zorro, fueron a ver a su hija por última vez, ellos aceptaban el destino de su hija, no estaban tristes, pero si algo preocupados. El anciano Kitsune, lejos de estar nervioso, estaba conmovido, había tenido una gran alumna en ese tiempo.

Mientras Kyan en su forma humana abrazaba a sus padres, su tercera cola apareció y terminó de crecer en poco tiempo, unos pocos minutos.

-Papá, mamá, siempre voy a pensar en ustedes, estarán en cada lugar que vea, cuando salga la luna ahí estarán, cuando vea un farol prenderse, ahí los veré.

-Sé nuestro orgullo Kyan, ahora, ve y cumple tu destino, ayuda a los demás seres, se gentil, se divertida, sé picara y astuta como un zorro, sé una zorra mágica, una kitsune como el sabio anciano de nueve colas.

Kyantati, con el paso de los años, fue todo lo que le pidieron sus padres luego de despedirse, nunca dejó de jugar, nunca dejó de tener amor en su corazón, nunca dejó de ser mágica en todo aspecto de su vida.

Fin.

viernes, 19 de noviembre de 2021

La Jaguar, la zorra y las lobas

 

La Jaguar, la zorra y las lobas

 

La jaguar y la zorra llevaban un tiempo caminando por un frondoso bosque de mucha vegetación, en ese momento, Kundam le preguntó a Kyantati:

-¿Me repites que hacemos en este bosque? Debería estar entrenando.

-Te estoy llevando con unas amigas que nos ayudarán con tu ropa y algo de tu preparación espiritual. Solo seremos mujeres, bueno, mujeres-animales si vamos al caso, no te preocupes.- Le respondió la zorra de cinco colas.

Llegaron a un claro del bosque, con piedras y unos pocos arbustos, allí estaban, Narufi, la loba roja, en su forma humana, de una altura mediana con su vestido blanco victoriano, con guantes blancos de encaje en sus manos, a su lado, en su forma de mujer-lobo, Ronevi o medias negras, una alta loba gris Mackenzie.

-¡Hola amigas! Les presento a Kundam, la mujer Jaguar, una fiera guerrera.-dijo amistosamente Kyantati

-Hola ¿cómo están? Son las primeras mujeres que veo en mucho tiempo, estuve mucho tiempo ocupada y casi no tengo tiempo de ocuparme de mí, mucho entrenamiento diría yo.-dijo casi sin parar de hablar Kundam.

-Bienvenida, esperamos que la pases bien. – dijeron las lobas al unísono.

-Ven conmigo Kun, quiero ver que ropa te queda bien. – dijo Narufi llevándose a la alta mujer jaguar agarrándola de una mano.

Mientras la loba roja le hacía imitar vestidos a la jaguar,  Kyantati y Ronevi tenían una charla en tanto preparaban una fogata para el ritual de la loba chamán.

-¿En serio se conocieron así?

-Así es, en medio de la jungla mientras me bañaba desnuda

-¿Y la invitaste a entrar al agua?

-¿Por qué no? Somos hembras ¿qué podemos tener de interesante para mirarnos? ¿Los pechos? ¿El trasero?

-¿y te resististe de tocar a tan bella mujer? No te creo Kyan… tú no eres así -dijo Ronevi soltando una risa entre dientes.

-¡Oye! ¡Que yo respeto a las mujeres! Bueno, depende que tan peligrosas sean y la confianza que tenga con ellas…

 

-Que no que no ¡que no! ¡Estos trapos no me gustan! – tronó la voz de Kundam

Al oírla, la zorra y la loba salieron corriendo a verla, con Kundam casi por saltar encima de Narufi y con sus garras afuera.

-Kun, guarda esas garras gatita, no vinimos a pelear- dijo la zorra.

-Kyan, esta mujer no entiende lo que necesito, no vine para una caminata de gatas (N del N: pasarela de ropa de moda), vine para tener una ropa de batalla.

-No te enojes… -dijo Narufi algo nerviosa.

-A ver a ver, Naru escucha esto. – y la zorra le dijo a la loba roja unas palabras al oído.

-¿Estás segura? ¿Una princesa guerrera?

-Sí, eso mismo.

-Veamos Kun, imita este atuendo – dijo la loba roja cambiando su ropa.

La mujer-jaguar, entonces imitó la ropa de la loba, la cual era la siguiente: unas botas de armadura hasta las rodillas anudadas, una falda de cuero grueso tableada, amplia pero que era fácil de moverse con ella larga hasta las rodillas, un peto de metal duro pero liviano de peso, anudado en la espalda a modo de corset que cubría todo el torso y los costados del cuerpo, con tiras gruesas por encima de las clavículas con unas hombreras de cuero que caían sobre sus respectivos hombros.

-Bueno, a eso si llamo una princesa guerrera. –dijo Ronevi sonriendo ampliamente.

-Esta ropa si me gusta, es cómoda y no parece llevar mucho cuidado –dijo Kundam mirándose por todos lados su nueva ropa.

-¡Muy bien! Vamos cerca de la fogata, comamos algo y déjenme ver que necesita esta señorita guerrera. –concluyó Ronevi.

Se acercaron a la fogata, Kundam se sentó en el piso y a un metro y medio se sentó Ronevi con las piernas cruzadas.

-Cierra los ojos y veamos que hay dentro.- le dijo la loba a la jaguar y empezó a hacer sonar un tambor lentamente.

-¿Por qué eres una guerrera? ¿Qué quieres? ¿Fama, reconocimiento, dinero? o ¿proteger una selva? ¿Qué te motiva?

-Por mis hermanos, son pequeños, debo cuidar de ellos, necesitan una figura adulta, mis padres murieron hace dos años y dejaron a mi cargo dos pequeños gatitos, soy su modelo a seguir, son una hembra y un macho, apenas saben distinguir lo bueno y lo malo por eso soy una guerrera, para que ellos estén protegidos, para que sepan que en este duro mundo hay que luchar para conseguir algo.

-Oh, Kun, veo tu nobleza, es una causa noble la tuya, veo tu cabeza lleno de dudas, pero tu corazón lleno de amor, no veo causa más noble que pelear por los que uno ama.

Luego de que la loba terminara de hablar, unos truenos sonaron en el cielo en el que se formó una nube con la forma de dos jaguares echados sobre un grupo de arbustos.

-¡Kundam! Querida hija, hónranos, sabemos que el peso en tus hombros es grande, pero piensa en ti un poco, no seas tan dura contigo misma, deja que tu sentido maternal te invada, no importa que no quieras un hombre a tu lado, no dejes de ser femenina, no hipoteques tu ser en pos de la batalla, pero nunca olvides que los padres pelean por sus hijos y los hermanos mayores protegen a los menores, te amamos querida hija.

-¡Padres! Les haré caso, nunca dejaré de pelear, por mí, por ustedes, por mis hermanos, y sobre todo por mí.

Ronevi dejó de tocar el tambor y las nubes se disiparon. Unas lágrimas brotaron de los ojos de Kundam.

-Eres una gran mujer Kundam, y veo en ti una gran guerrera en todo sentido, hice bien en traerte.- dijo Kyantati sonriendo.

Las cuatro mujeres animales comieron algo antes de irse a dormir, al otro día, cuando amanecía, Kundam, miró al sol que se escabullía entre los árboles, pensaba que era un bello amanecer, como no vio hace años, quizás era el primero que veía luego de mucho tiempo, esa vista le dio muchas esperanzas, le llenó el corazón de fuerzas.

La zorra y las lobas se despertaron y lo primero que vieron fue a la mujer-jaguar entrenar con su nueva ropa, se la veía fluida y por qué no, elegante.

Luego de una despedida, Kundam y Kyantati empezaron a caminar en sus formas de animales. Lo que no podía negarse era la dedicación y el fuerte espíritu de la Jaguar, si era una gran guerrera, en cuerpo y espíritu.

Fin.

martes, 16 de noviembre de 2021

Kumdan, la mujer jaguar

 

Kumdan, la mujer jaguar

 

La chica se estaba refrescando en un pequeño estanque en medio de la selva, una chica joven delgada de pelo castaño, de tez blanca y de contextura mediana, de ojos marrones, ni alta ni baja de estatura.

En ese momento, se sentía observada, una mirada estaba clavada en ella.

Fuera del estanque, detrás de un árbol había una presencia que le resultó familiar, la chica dijo:

-¡Kumdan! Gata introvertida, ¡sal de tu escondite!

Kumdan, viéndose descubierta, Salió de detrás de un árbol, y algo molesta dijo:

-Kyantati, ¿Cómo estás? ¿Está agradable el agua del estanque?

-¿Cómo sabes que soy Kyantati?

-Porque a una selva de distancia se te notan la cola y orejas de zorro, no engañas a nadie a pesar de tener 5 colas, kitsune picara.

Así es, Kyantati era esa joven que se estaba refrescando desnuda en el agua.

-Kumdan, entra al agua un rato, prometo no tocarte juguetonamente, puedes estar lejos de mí.

Kumdan era una hembra de jaguar, que podía convertirse en humana y mujer-jaguar, venía de una estirpe de hombres jaguar de la selva latinoamericana.

Sin pensarlo dos veces, se convirtió en humana, tapada solo por un top y una falda que le llegaba a las rodillas, tenía sus atributos de mujer bastante marcados, sus caderas, sus piernas, sus pechos.

-¡Narrador! ¡Ya para con mis atributos femeninos! Me pones incomoda- dijo Kumdan enojada.

¿Dónde me quedé? Ah así, era de piel canela, cabello negro y largo hasta su cintura, muy voluminoso, tenía unos ojos negros como la noche, era algo alta y de contextura grande.

Tímidamente, la joven se adentró en el agua para limpiarse y refrescarse un poco en ese clima tan pesado.

Ya acostumbrada a la temperatura del agua, comenzó a lavarse, a mojar su pelo y se quedó solo con la cabeza afuera.

-¿Cómo están las cosas en la selva Kun? – le preguntó la chica zorro

-Mira Kyan, todo está revuelto, están buscando una guerrera para proteger esta zona de la selva y pareciera que todos los votos tienen mi nombre.

-¿No te sientes capaz de tener ese cargo? ¿El de guerrera Jaguar?

-Ahora que lo pienso, siento que puedo cargar con eso, si solo pudiera enfrentar mis miedos…

-¿Porque no tratas de ser como Narufi la loba roja que es una excelente niñera o Ronevi la loba Mackenzie qué le va perfecto el oficio de chamán?

-Tienes razón, puedo ser como ellas, libres, fuertes, decididas, al demonio con mi timidez, una guerrera no puede dudar.

Kyantati  y Kumdan charlaron un rato más sobre otras cosas, luego de un largo rato, tenían que salir del estanque, pero no se decidían quien salía primero, decidieron ponerse de espaldas mirando hacia lados contrarios y cada una salió por donde entró.

Al salir del agua, Kumdan se convirtió en Jaguar y Kyantati en zorro de cinco colas. Sacudieron sus cuerpos para eliminar el exceso de agua.

Y empezaron a caminar por la jungla, llegaron a un lugar donde había algunas frutas caídas y cazaron unos pequeños animales para saciar su hambre.

-Kyan…

-¿si Kun?

-¿Crees que será fácil lograr ser una buena guerrera?

-Es todo practica y decisión, como yo tengo mi astucia de raposa, tú tienes tu ferocidad de felina, no te veo mal para ser una guerrera.

Kundam se despidió de la zorra, fue camino hacia su manada, y la estaban esperando otros jaguares, esa noche, fue nombrada guerrera, luego de ser evaluada y haber conseguido la aprobación de los otros miembros de la manada.

La mujer Jaguar, luego tendría más aventuras, que podríamos decir que siempre iría acompañada de la picara Kyantati… pero no puedo asegurártelo lector, será una sorpresa y como toda sorpresa, tiene que ser algo inesperado.

Fin

lunes, 15 de noviembre de 2021

Orden de lectura de Fleur

 

Orden de lectura de “Fleur”

 

Fleur es la historia de una tejedora que hace cosas mágicas con lana, agujas de tejer, telares y ganchillos, desde que es pequeña hasta que es una joven adulta.

Los personajes principales son Fleur y una misteriosa mujer llamada simplemente “La Tejedora”

 

1-Fleur y la tejedora

2-Fleur y los seres del bosque

3-Fleur y los guardianes

4-Fleur y el sueño de la cabaña

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Fleur y el sueño de la cabaña

 

Fleur y el sueño de la cabaña

Fleur despertó una mañana, ella ya había cumplido una edad aceptable como para decir que había aprendido todo lo que se tenía que saber sobre tejido, de ropa común y corriente, de tejer amigurumis, de componer ropa, de hacer animales vivos de lana, de seres mágicos, de incluso hacer una casa de lana y también de tejer historias y cuentos y relatos… prácticamente todo lo posible de hacer.

Digamos que su apariencia era la de una adulta joven de 25 años de edad, de tez blanca, pelo negro azabache, una gran belleza y unos ojos que cambiaban de color según su estado de ánimo y el clima, digamos que también podía ver a oscuras como un gato hasta cierto punto.

Esa mañana, se levantó de la cama, se lavó la cara, se peinó con un peine de madera de sándalo, acomodó su vestido de lana verde oscuro, se colocó su sacón que iba hasta las rodillas, también sus botas de piel que llegaban también a sus rodillas.

En la mesa, estaba el desayuno que había preparado la Tejedora, había dos hogazas de pan, mermelada de frutos del bosque, unos jarros de infusiones de hierbas, y galletas recién salidas del horno.

La Tejedora le preguntó a Fleur como fue su noche de descanso

-Fue un buen descanso, pero tuve un sueño que no entendí del todo

-Cuéntame que sucedió en el sueño

-Estaba caminando por el bosque, con mis gatos y de pronto encuentro una cabaña en el medio del bosque, en ella había un telar y yo me sentaba en él, empezaba a tejer una larga manta y en la manta terminada estaba escrito: ven a buscarme, sigue tus sueños, sigue tus sueños, ven a buscar tu futuro… y desperté.

-Ajá, que interesante.

-¿Qué puede significar este sueño?

La Tejedora se quedó unos segundos en silencio, miró a Fleur a la cara y le dijo:

-Esa cabaña está reservada para quien ya sabe todo sobre tejido, historias y magia, debes ir a buscarla, debes seguir tus sueños, no te pongas triste, volveremos a vernos, pues las tejedoras siempre somos unidas, de madres a hijas, de nietas a abuelas.

-Iré a buscarla, no tengo miedo de vivir sola, pero…

-¿sí? Dime

-¿Me visitaras de vez en cuando?

-Claro que sí, nunca vamos a dejar de vernos, las tejedoras debemos ser siempre unidas, te visitaré en tu nueva casa.

Dicho esto, se levantó cada una de su silla de madera y se unieron en un abrazo.

Fleur, luego de desayunar, juntó sus agujas de tejer, sus ganchillos y varias madejas de lana en un bolso, llamó a sus gatos, que esta vez eran siete gatos multicolores, llamó a sus dos guardianes que se asemejaban a dos enormes perros terranova de color negro y empezó su camino en busca de la tanta famosa cabaña.

Caminó un día entero, se guio por su intuición y por las señales que encontraba en el camino, sus gatos se adelantaban para guiarla, sus guardianes iban detrás de ella protegiendo el camino dejado atrás.

Entonces, ella llegó a la cabaña, una cabaña de piedra y techo de troncos a dos aguas, de planta alta y planta baja, rodeada de un jardín de flores de todo tipo, con un horno de barro afuera y con dos casitas de madera para sus guardianes.

Fleur entró en la cabaña y era como ella deseaba, era a su medida, lo que ella siempre había querido en una casa: una chimenea de piedra, una cocina económica a leña, una gran mesa de roble, en la planta alta había espacio para dos camas, dos grandes ventanales y un enorme ropero y una cómoda de madera. Todo era como la casa que había visto en el sueño y también como siempre había imaginado su futura casa.

La joven entonces escuchó que llamaban a la puerta de entrada, fue y abrió la puerta, del otro lado, estaban duendes, gnomos y hadas.

-Hola, ¿tú eres la nueva tejedora? –preguntaron un montón de alegres voces

-Sí, soy la nueva tejedora, pueden llamarme Fleur si quieren.

-De acuerdo, te trajimos algunas cosas de bienvenida.

Los seres mágicos le entregaron a la joven varios juegos de agujas de tejer, ganchillos, madejas de lana de todos los colores posibles y una tiara hecha con flores de metal y piedras preciosas incrustadas.

Luego de terminar de recibir los regalos y estrechar la mano de todos los seres mágicos, los invitó a pasar, hicieron una fiesta de bienvenida, que duró toda la noche, luego de todo esto, Fleur despidió a los invitados y se fue a dormir.

Al otro día, recibió la visita de la Tejedora, que la felicitó por seguir sus sueños y tener una hermosa casa donde vivir.

Ambas mujeres se siguieron frecuentando cada cierto tiempo, pues ahora cada una se ocupaba de sus propios trabajos en lana, tomaban pedidos, arreglaban ropa y seres mágicos.

Y un día, Fleur tomó una aguja de ganchillo, se sentó en una mecedora y empezó a tejer un cuento, estas fueron sus palabras al empezar el cuento:

-Había una vez una tejedora…que vivía en medio del bosque en una cabaña de piedra y techo de troncos… rodeada de animales y seres fantásticos de lana… su nombre era Fleur…

 

Fin.

martes, 9 de noviembre de 2021

Fleur y los guardianes

 

Fleur y los guardianes

 

Un día que había amanecido soleado y que bañaba con pequeños rayos de sol la cabaña de la Tejedora y de Fleur, la joven estaba tejiendo ropa para la nueva temporada y debía entregarlas a algunas personas de un pueblo cercano.

En eso, la tejedora salió de la cabaña y se dirigió a la joven muchacha que tejía en la reposera que cantaba alegremente rodeada de sus gatos de lana que jugaban con madejas de lana.

-¡Fleur! Querida, deja lo que estás haciendo ahora mismo, tengo una tarea muy importante para ti y esto puede cambiar el rumbo de las cosas, quiero ver de qué estás hecha y ver si estás a mi altura.

-¡Oh! ¿En serio?  ¿Y qué debo hacer?

-Guardianes de lana, pero te advierto, no son fáciles de hacer, requieren mucha habilidad, mucho amor, un corazón puro de verdad y mucha paciencia, porque pueden ser peligrosos, no puedes equivocarte. Debes hacer dos para mí y dos para ti. Pero tienes una fecha límite para hacerlos, no puedes tardar más de tres días exactos.

-De acuerdo, debo ir a un lugar tranquilo y alejado, ya mismo junto mis madejas y ganchillos. – fue lo que dijo Fleur dejando la ropa que estaba tejiendo y preparándose para ir a un lugar alejado y tranquilo.

Fleur se fue lo suficientemente lejos como para estar tranquila, a un claro del bosque y empezó su tarea.

Pasó un día, y la joven estaba a mitad de camino, ya estaba con un guardián hecho y mitad de otro, no era una tarea fácil, pero ella estaba segura que lo conseguiría hacer pronto.

Tejió y tejió con gran habilidad, velozmente y sin pausa, ni siquiera paró para comer algo, de atrás de los árboles, muchos seres la observaban como con gran empeño creaba a esos enormes seres de lana muy peludos y de colores oscuros.

Pasados dos días, ya casi terminaba el cuarto guardián, cuando unas  voces le dijeron:

-Sigue no te detengas, ya falta poco, ya casi los tienes hechos.

Cuando amanecía el tercer día, Fleur había terminado el reto, solo necesitaba darles magia para que se movieran, cosa que ya estaba haciendo.

La Tejedora estaba tejiendo un manto de lana en el telar, rodeada de sus gatos, cuando ya era la mañana del tercer día, sintió un ruido de hojas crujiendo, de muchos seres que pisaban fuerte. Se levantó del telar, caminó hacia donde escuchó los sonidos y observó que venía la joven Fleur acompañada de 4 altos animales de cuatro patas, dos de color marrón  y dos de color negro.

-Hola Tejedora, he cumplido, dime que te parecen los guardianes.

-A ver a ver, guardianes, haremos pruebas. Ven a mi lado Fleur.

Los guardianes se asemejaban a 4 perros terranovas, dos marrones oscuros y dos negros como la noche, jadeaban con sus largas lenguas, y sus ojos miraban a ambas mujeres esperando las órdenes de la Tejedora y de Fleur.

Las pruebas que les hicieron realizar fueron: emboscadas, saltos, desaparecer de un lugar y aparecer en otro, atrapar ardillas, saltar a las copas de los árboles, hacer tareas combinadas, tanto de atrapar, como de auxiliar animales y seres, pararse en dos patas, tanto con las de adelante como las de atrás, hacer acrobacias, perseguirse entre ellos y un montón de cosas más.

Ya estando satisfecha la Tejedora con las pruebas, le dijo a Fleur.

-Querida Fleur, yo me quedo con los marrones.

- Y yo con los de color negro.

-Me parece justo. ¿Te resultó difícil la tarea de crearlos? Porque has hecho un excelente trabajo, me has maravillado.

-Me ha costado pensar que forma darles, pero luego fue fácil, también tuve el aliento de algunas voces que me decían que no me rindiera.

-¡Ah! Esos fueron tus gatos, ellos no querían verte fallar, se escabulleron y desde las sombras te alentaban

-Esos mininos son un amor… ¿no me digas que tú también me espiaste?

- No pude evitarlo, pero me di cuenta que casi te subestimo, estas a mi altura o un poco más, ya puedo dejar de llamarte aprendiz y llamarte colega.

Ambas mujeres se abrazaron y se palmearon la espalda una a otra y saltaron y bailaron de alegría.

La Tejedora y Fleur ya tenían dos guardianes de lana cada una, para que las acompañaran a todos lados, aparte de sus grupos de gatos de lana que nunca las dejaban solas.

En un costado de la cabaña, se instalaron 4 casitas de madera, parecidas a caniles o cuchas, en las que dormían y descansaban los guardianes.

Luego se vendrían más aventuras de Fleur, pero eso es de otro relato posterior.

 

Fin.

lunes, 8 de noviembre de 2021

Fleur y los seres del bosque

 

Fleur y los seres del bosque.

 

Fleur ya tenía dominado el arte de tejer ropa de lana de todo tipo, crear seres mágicos y animales de lana e hilvanar historias con hilos.

Un día, mientras tejía la ropa de unos hurones, su maestra, la Tejedora le dijo:

-¡Fleur! ¡Fleur! ¡Ven aquí querida!

-¡Tejedora! Dime ¿qué sucede?

-Los animales de lana me han informado que unos duendes y hadas fueron atacados por trasgos y debes ir a ayudarlos, te encargo la tarea, ya te veo capaz de manejar estas cosas, ve lo antes posible.

La joven Fleur ya era una joven adulta, se supondría que ya tenía entre 19 y 22 años de edad, era alta, de cuerpo mediano, ni flaca ni rellenita, de pelo negro azabache y piel blanca, con sus rasgos marcados y ojos color del tiempo, que cambiaban de color según su estado de ánimo, se le ponían más claros o más oscuros de pendiendo de lo anterior mencionado. Vestía con vestidos de lana holgados de colores marrón o verde oscuro y un largo sacón de lana de mangas largas y largo hasta las rodillas, igual sus vestidos de lana. Y sus pies vestían unas botas de piel color negras hasta las rodillas.

La joven tejedora partió a esa zona del bosque donde estaban las hadas y duendes que fueron atacados, cuando llegó, vio un grupo de hadas con algunas partes de sus vestidos y alas desgarradas y los duendes tenían sus gorros, pantalones y botas en mal estado, ellos la esperaban.

-¿Quién viene ahí? ¿Es Fleur? Si amigos, es Fleur, estamos salvados.- decían unas pequeñas voces ansiosas.

-Hola hadas y duendes, ya llegué, sean pacientes, ahora los repararé, compondré sus  cuerpos y ropas. –Dijo dulcemente la joven.

Hadas y duendes hicieron una larga fila y esperaron pacientemente su turno de ser atendidos.

Fleur, hábilmente, reparaba piel de lana y ropa como si no le costara hacer esa labor, sus manos y ganchillos sanaban todo lo que fuera lana, en toda una tarde, hizo el trabajo de sanar quince hadas y veinte duendes.

Terminado el trabajo, la joven se retiró a descansar debajo de un árbol de grandes raíces que sobresalían de la tierra, en ese momento, algunos duendes le trajeron bayas, frutas de todo tipo y un gran jarro de una infusión de hierbas reparadoras y restauradoras. Mientras comía y bebía con celeridad, las hadas la ponían al corriente de las noticias de esa parte del bosque.

Los duendes hacían números de magia y algunas pruebas de acrobacia, cosa que divertía mucho a Fleur.

La joven, ya cuando empezaba bajar el sol, se despidió de los seres mágicos y emprendió el viaje de regreso, en el camino, las luciérnagas le iluminaban el camino a la cabaña de la tejedora.

Cuando llegó, fue recibida por los cinco gatos que ella había tejido un tiempo atrás y se le reunieron alrededor para limpiar su energía.

Entró en la cabaña, acompañada de sus gatos  y la tejedora la estaba esperando con la cena ya hecha.

-Querida, ¿Cómo te trataron las hadas y los duendes? – preguntó la Tejedora.

-De la mejor forma posible, incluso puedo decir que hacen un exquisito té de hierbas, hicieron un espectáculo muy divertido para agradecerme.

-Me alegro entonces, no hay forma que no le caigas bien a alguien, tu bondad es inmensa querida Fleur.

Las tejedoras comieron la cena, se quedaron hablando de cosas divertidas y fueron luego a dormir, acompañada cada una con su propio grupo de gatos de lana, durmieron plácidamente hasta el otro día, con el bello y tranquilizador ruido arrullador de fondo del bosque que habitaban.

Fin.

viernes, 5 de noviembre de 2021

Fleur y la Tejedora

 Fleur y la Tejedora

 

Fleur había caminado durante dos días en el bosque, era una niña de unos diez años de edad, de pelo negro, ni muy alta ni muy baja, vestía harapos y tenía la cara sucia de tierra.

Llegado un momento, Fleur se cayó desmayada al lado de un arbusto del hambre y sueño, mientras recuperaba la consciencia, sentía que era llevada en brazos, pero recién pudo comprobarlo cuando llegó cerca de una cabaña, ella bajó de esos brazos y vio que quien la llevó era un oso de lana color marrón de cara simpática y ojos de botones.

Aparte del oso de lana, había muchos otros animales hechos de lana, osos, pájaros, gatos, perros, mariposas, ratones y un largo etcétera de animales de piel de lana.

En una mecedora de madera con respaldo de mimbre, una joven mujer que no se podría saber su edad, se mecía en ella mientras tejía ropa para un mapache, más lejos de la escena, había un viejo telar de madera.

En un momento, Fleur y la mujer hicieron contacto visual, ambas se saludaron  con una cálida sonrisa.

La niña, que era muy curiosa, se preguntó quién era esa mujer, cosa que la mujer, leyéndole la mente dijo:

-Hola pequeña ¿estás perdida?

-hola joven señora ¿quién es usted y como llegué aquí? ¡Ah! ¿Y por qué todos estos animales son de lana?

 -¿Quién soy? Soy la Tejedora, la guardiana de este bosque, todo animal de lana que hayas visto por ahí, yo lo he creado como mis agujas de tejer, mi telar y mis ganchillos, mis manos son mágicas y también tejo historias, cuentos, fábulas, mis hilos son mágicos. Y también tejo ropa común y corriente.

-Mi nombre es Fleur, flor en francés, y he quedado huérfana, hace dos días que vago y tengo hambre.

-Encantada de conocerte Fleur, pasa a comer algo… a ti te trajo un oso enorme de lana, una de mis creaciones más viejas.

La Tejedora y la niña entraron a la cabaña, donde estaba lleno de gatos multicolores, al menos siete de ellos.

Fleur se sentó a la mesa y la Tejedora le dío un jarro grande de una infusión de hierbas y una gran hogaza de pan.

Luego de comer, la mujer les dijo a sus animales de lana que trajeran unos vestidos de lana, uno de lana fría para primavera y verano y otro de lana caliente para otoño e invierno, también unos sacos de lana muy cómodos, y unos zapatos de piel para los pies de la niña.

-Querida tejedora, perdón si suena incómodo, pero… ¿puedo quedarme a vivir con usted? No tengo a donde ir en este mundo.

-Oh Fleur, hace rato que necesitaba una ayudante, puedes quedarte a vivir aquí,  te enseñaré a  tejer, coser, bordar y también parte de mi magia, los animales estarán agradecidos de tener con quien jugar.

La pequeña Fleur se quedó a vivir con la Tejedora, aprendió a tejer, coser y bordar. Con el tiempo empezó a hacer sus propios vestidos y ropa de todo tipo, animales de todo tipo y también seres como hadas, gnomos, duendes y otros animales y seres que ella inventaba y les daba vida.

La niña y la tejedora, fueron grandes amigas y a veces se trataban como madre e hija. Con el tiempo el bosque fue conocido como el bosque de las Dos Tejedoras.

Fleur creció siendo una feliz mujer, siendo una de las tejedoras de ropa, historias, animales y seres mágicos más habilidosas de todo el bosque de los animales y seres de lana.

 

Fin.

domingo, 10 de octubre de 2021

Orden de lectura de El líder de los osos

 

Orden de lectura de “El líder de los osos”

La saga o colección de relatos/cuentos  de Armel el oso pardo, en su camino a ser un líder de manadas de osos en medio de un exilo.

 

1-No me llames Magnos, soy Armel

2-La batalla interior

3-El espíritu helado

4-La fortaleza del este

5-El circo

6-La lección aprendida

7- El candado y la coronación

 

Preguntas y respuestas:

P: ¿Estoy obligado a leer la saga del Lobo Gris de patas blancas para entender estos relatos?

R: No, de hecho estos relatos se comprenden sin la necesidad de esa saga.

 

P: ¿Qué puedo esperar de estas historias?

R: Un rato de lectura y diversión, aparte de algunas enseñanzas y más que nada, no tomar en serio los relatos, ya que son fantasía pura, no los recomendaría para niños pequeños.

 

P: ¿Qué tan fantasioso es todo esto?

R: Lo suficiente como para que pienses que no es real lo que estás leyendo.

sábado, 4 de septiembre de 2021

Yo soy Mano negra

Yo soy Mano negra

 

Hola querido lector, creo que has leído las historias del Lobo gris de patas blancas, el líder de los osos, Demetrio el metalero, los poemas del lobo gris y una que otra historia que parecía de terror, o un sinsentido o que alguien te hablaba de un gran bosque o de varios personajes más, ¿recuerdas algo de eso? ¿No? ¿Y tal vez había un misterioso personaje a veces borracho llamado Mano Negra? ¡Ah! ¡Ahora si me recuerdas!

Me presento, soy Mano Negra, escritor, el avatar del escritor, mejor dicho, el que hace el trabajo sucio en este mundo literario y fantástico muy caprichoso.

Solo escribo cosas cortas por mi naturaleza caótica, por eso muchas historias son cortas normalmente relatos cortos y algo difíciles de entender o que dejan con ganas de leer más.

Soy el guardián de La Estilográfica Mágica, un objeto muy caprichoso, a mí me ha ayudado a escribir y al mismo tiempo volver realidad lo que escribo, a meterlo en tu mente y en la mente de miles de lectores.

La Estilográfica Mágica es un objeto mágico cargado de tinta mágica, puede tomar cualquier forma para esconderse de sus buscadores y esconderse en las historias al mismo tiempo, su forma puede ser cualquier cosa, un candado, una brocha de maquillaje, una campana de mano, una navaja de afeitar, una hoja de afeitar de tamaño enorme, un destapador de botellas, un sacacorchos, un reloj pulsera, una brocha de afeitar, una tijera, una nariz de payaso, un anillo de calavera, una manopla de bronce, tenedores, cuchillos, cucharas, palitos chinos, etc.

En el mundo humano no tiene forma original, por algo te digo que es caprichosa y escurridiza.

Fedrez el hombre lobo gris, Armel el hombre oso pardo, Demetrio el metalero hechicero del caos, y todos los demás personajes de todos los relatos, son de mi invención, del mismo universo literario, incluso El Gran bosque es de mi invención hoja de árbol por hoja de árbol y gota de agua por gota de agua y grano de tierra por grano de tierra. ¿Un enorme planeta no? O un enorme mundo en el plano onírico tal vez…

¿Cuándo nací? Ni yo lo recuerdo, siempre me recuerdo adulto, es más ¡puedo ser una creación de la misma estilográfica para tener un guardián!

¿Cómo me visto? Con traje de pantalón chaleco y saco de vestir, un tres piezas digamos.

¿Llevo barba? Depende de mis ganas de tenerla.

Sí, querido lector, yo también cambio de forma, de forma de pelo, aunque siempre está de color castaño.

¿Ya cuánto tiempo llevo hablándote? Espero no estar aburriéndote, pero yo ya si estoy aburrido, ya me dejo de hablar, solo suelto la pluma y escribo… Fin.


lunes, 9 de agosto de 2021

El candado y la coronación

 

El candado y la coronación

 

El oso Armel estuvo viajando por varios pueblos y ciudades del mundo buscando el Candado del Rey, era un objeto que tenía colgado en su cuello Magnos Arctus padre cuando decidió formar la alianza de manadas y ser él el líder de los osos del ahora Bosque quemado y le fue arrebatado cuando lo asesinaron y Magnos Armel, llamado Magnos Arctus Segundo en ese momento se exilió con los que pudo de los que no fueron asesinados y los que quedaron viviendo en la fortaleza.

El oso iba de lugar en lugar en su forma de humano buscando el dichoso candado que sería el que lo coronara definitivamente el Rey y líder de los osos exiliados del bosque quemado de una vez por todas. La búsqueda se había extendido meses y meses.

En una oportunidad, caminaba por un pueblo de gran tamaño, con un castillo en el medio, vio de pronto a un humano alto de gran contextura física, y colgado en su cuello con una gruesa cadena, el candado color plata pulida que si uno se acercaba lo suficiente, el candado decía “el que porte este candado, será llamado el señor de los osos y el líder absoluto de ellos”.

Sin dudarlo y sin esperar que esa persona llegara a una zona como para robarle el candado, Armel empujó al hombre, quien estaba vestido con la ropa de los mercenarios y una larga capa de lana.

-¡Oye! ¿Por qué me empujas? ¿Qué te he hecho? –pregunto el hombre sintiéndose ofendido.

-Tú eres el jefe de los mercenarios que mandó a cazar a los osos del bosque de mi padre, y te has robado el candado de mi padre y ahora lo tienes colgado de tu cuello, ¡devuélveme el candado!

- Así que tú eres el hijo de ese oso ridículo, yo soy Gelias, y sí, me contrataron para realizar ese trabajo, no pensé que iban a sobrevivir algunos, yo herí de gravedad a tu padre y me llevé su candado, ¿qué piensas hacer? ¿Recuperar este objeto? Pues tendrás que pelear conmigo.

La multitud de gente escuchaba la discusión y se había formado un círculo con hombre y oso en el medio.

-¿Hay que pelear? Pues en guardia Gelias, empieza la batalla cuerpo a cuerpo, prepárate - terminó de decir Armel al convertirse en oso, su forma normal, un enorme oso pardo de gran tamaño y envergadura.

Gelias había peleado con osos desde muy joven, pero nunca vio un oso tan grande como Armel, luego de que el oso tomara su forma original, la muchedumbre salió corriendo del susto, quedando solo el enorme humano y el oso más enorme aún trenzados en una trabada batalla, lo más parecido a una pelea de luchadores arriba de un ring.

Trabaron manos, se cachetearon, se hicieron llaves, derribes, estuvieron así un rato midiendo sus fuerzas, y en un momento el oso, estando furioso a no más poder, comenzó a luchar en serio, repartiendo fuertes golpes con sus grandes y poderosas garras, esos golpes, no hubo forma de que Gelias pudiera detenerlos.

Armel abrazó fuertemente al hombre y lo dejó sin aire, estrujó su cuerpo e hizo sonar todos los huesos de su cuerpo, entonces arrojó al aire a Gelias y lo remató de un gran manotazo dado con todas sus fuerzas, dejando al hombre tirado en el suelo y lleno de heridas y en un grito desgarrador.

El oso entonces, desgarró las ropas del jefe de los mercenarios y le sacó el candado agarrado a una cadena de su cuello.

El oso se convirtió en humano y empezó a caminar para irse, en ese momento, Gelias le dijo:

-Sé que no sirve de nada disculparse, solo te deseo una larga vida como líder, no fui rival para ti, y estuve equivocado en mi accionar, es lo único que puedo decirte, no sé si mi destino es el cielo o el peor de los infiernos, pero has probado que todo el mal que se hace, vuelve en la forma más inesperada.

Luego de pronunciar estas palabras, el corazón del jefe de los mercenarios, dejó de latir.

Armel que ya había vengado a su padre, recuperado su colgante de líder, emprendió viaje al Gran Bosque.

Luego de llegar al bosque, ahí lo esperaban pacientemente el tío Burno, Bernardette y todas las manadas de osos que vivieron en el bosque quemado.

El oso les mostró el candado y la cadena y en ese momento, Burno la tomó en sus garras ordenó a todos los osos agacharse en el suelo y pronunció las siguientes palabras:

-En este acto, frente a todos estos osos y en este bosque, yo Burno del bosque quemado, te nombro a ti Magnos Arctus Segundo, como el rey y líder de todos los osos y te doy el nombre de Magnos Arctus Armel, que significa : el más grande de los osos, líder de los osos, jefe de todos ellos. Recibe el candado que te corona como lo ya antes dicho y que seas  gobernante y líder sabio y nos guíes lo más lejos posible en el tiempo. Y también te pregunto ¿Tienes alguna hembra para elegir como tu consorte y compañera durante todo lo que dure tu vida y reinado?

-Yo tomo a Bernardette como mi compañera de vida y madre de mis futuros descendientes.

Dicho todo esto, Burno le colgó el candado en su cuello, que este decía: Magnos Arctus Armel, el líder de los osos.

-Viva el líder de los osos, larga vida al líder, larga vida a Magnos Arctus Armel- dijeron todos los osos sin dejar de vitorear a su definitivo Rey y líder, heredero por derecho.

Luego de este acto de coronación, de la batalla y de todo lo sucedido desde el incendio del bosque y todo lo aprendido en el camino, Armel pudo estar tranquilo luego de mucho tiempo.

Se hizo un gran festejo que duró al menos una noche entera, para comer había bayas, frutas, salmones, pequeños animales y muchas cosas más, excepto miel, pues nadie comía miel en la manada del líder de los osos.

Con esto podemos dar por terminada esta historia del oso Armel, si fue corta o fue larga, eso no importa, solo importa que Armel era el nuevo líder de los osos, los cuales vivían en el Gran Bosque y con eso, ellos eran más que felices.

 Fin.

domingo, 1 de agosto de 2021

La lección aprendida

 

La lección aprendida

 

Una mañana, estaba Armel recorriendo su zona del Gran bosque, cuando detrás de un árbol, se le apareció en el camino Mano Negra.

-¿Tu? ¿Qué haces aquí? ¿Quién te dejo entrar? – expresó el oso

- Hola Armel, vengo a llevarte a un lugar para darte una lección sobre los humanos, entré solo, porque soy parte de esta dimensión mágica en la que estamos.

-Bueno, muy a mi pesar, acepto. Qué raro que no estés borracho.

-Eso, querido oso, es una fachada, no soy alcohólico, solo bebo alcohol cuando lo veo necesario, no a toda hora. ¿Estás listo para el viaje? Primero iremos a mi casa, luego te enterarás del viaje. Toma mi mano.

El oso desconfió al principio, pero tomó la mano de Mano Negra. Se desmaterializaron en el aire y aparecieron dentro de una casa mediana hecha de piedra, en la que en una mesa había algo de desayunar.

Había frutas, una tetera humeante, platos, cubiertos, tazas de té y un desayuno de huevos revueltos, panqueques y bollos de todo tipo.

-¿Quieres servirte algo de comer Armel? ¿Comes miel? – preguntó el hombre

-Disculpa pero no

-Eres un oso  ¿no comes miel?

-Una vez, estábamos recolectando miel en un bosque, sucedió que era miel demasiado silvestre, cinco osos, incluyéndome a mí, quedamos un día de corrido con parálisis facial, de ahí que no comemos miel de ninguna forma.

- Es entendible y tiene sentido, bueno, sírvete lo que quieras.- Concluyó Mano Negra.

Desayunaron, comieron todo lo necesario, el oso aprendió a usar los cubiertos estando en su forma humana, le resultaba curioso que los humanos usaran utensilios para comer y también comieran con la mano ciertas cosas.

Terminaron de desayunar,  se tomaron de la mano y empezaron a viajar otra vez.

-¿Dónde me llevas ahora? –dijo Armel con gran curiosidad

- A una ciudad, con todo tipo de humanos, pero seremos invisibles para ellos, solo seremos observadores.

Llegaron a la ciudad y Mano Negra le hizo ver el lado bueno de los humanos y el lado malo de ellos.

Vieron personas que tenían de demasiado dinero, que derrochaban, que perdían grandes sumas en apuestas, que vivían apurados, que tiraban comida y que algunos por no gustarle lo que les servían en la mesa, rechazaban la comida, también vieron ladrones, gente que gozaba ver mal a los demás y que se quejaban pero no hacían nada, personas superficiales, que solo les importaba la apariencia de los demás y cuánto dinero ganaban y que posición tenían en la sociedad.

Luego fueron a las afueras de la ciudad, que había personas humildes, que no les importaba como se veían los demás, los que hacían grandes ollas de comida y repartían con sus pares aunque sea un poco de comida para calentarse el estómago, los que se esforzaban por progresar  y a pesar de tener poco eran felices, parejas de jóvenes y no tan jóvenes en plazas y parques siendo felices.

Vieron también lugares de beneficencia, hospitales donde cuidaban enfermos donde nacían niños y a veces morían personas de todo tipo. Asilos para los más pobres, orfanatos, asilos de ancianos, casas donde los humanos se reunían en familias y estaban en armonía, lugares como iglesias, templos, monasterios, donde las personas se reunían para compartir sus creencias espirituales.

También vieron humanos enterrando a sus muertos en cementerios y algunos visitándolos y  en ambos casos llorando desconsoladamente.

Luego de estar al menos todo un día, de mañana a casi la medianoche, salieron de esa ciudad y volvieron a la casa de Mano Negra.

-Querido Armel ¿qué has aprendido de todo lo que te mostré y todo lo que has visto?

-No puedo creer que haya tantos tipos de humanos y tantas actitudes distintas, estoy confundido

- Saca conclusiones

- ¿Hay humanos buenos y malos? ¿No todos son violentos y gran cantidad se preocupan por los demás a pesar de la maldad de otros? Entonces ¿hay esperanzas de que todo cambie algún día y que las personas aprendan a ser de buen corazón?

- Has aprendido bien, no todos los humanos somos iguales y no todos actuamos de la misma forma. Armel ¿te quedas a cenar o ya debes irte?

-Quiero llevarme eso que llamas cuchara, cuchillo, tenedor y palillos chinos, al menos un juego, ya me tocará infiltrarme entre humanos en algún momento más y quiero seguir practicando con ellos.

Mano Negra preparó un rollo de cuero en el que le guardó  cuatro juegos de cucharas cuchillos tenedores y palillos chinos como regalo. Armel guardó el rollo con su regalo, se tomaron de la mano y aparecieron en el Gran bosque, ya era de noche.

-Adiós Magnos Armel, nunca dejes de tener sabiduría, te será de ayuda para ser un gran líder. Dicho esto, Mano negra desapareció.

El gran oso, se reunió con sus pares al otro día, les mostró a los osos de la manada los utensilios para comer y les contó todo lo que vio en el viaje, desde ese día, Magnos Armel aprendió a ser sabio y saber diferenciar lo bueno y lo malo del mundo humano y también del mundo de los animales.

Fin.

miércoles, 28 de julio de 2021

El circo

 

El circo

 

El oso Armel había salido del Gran Bosque camino al sur, para el mundo de los humanos, dirigiéndose a un pueblo.

Había sido informado que existían unos lugares, que eran carpas enormes llamadas “circos” y él quería visitar uno, fue él solo sin la compaña de ningún otro ser.

Antes de llegar, tomó su forma humana, vestido formalmente de traje, se pagó un boleto y siguió una fila de humanos que por turnos iban entrando a la carpa donde se hacía el espectáculo, cortaron su boleto y fue a sentarse entre la multitud de personas.

Empezó el espectáculo y vio malabaristas, equilibristas, retadores de la muerte, payasos, pero su curiosidad empezó cuando vio el número de los domadores de leones, cosa que empezó a caerle mal,  y en un momento, el presentador con un megáfono en la mano dijo:

-Y ahora, nuestro nuevo espectáculo ¡Abby!  La osa equilibrista y malabarista, ¡démosle un fuerte aplauso!

Se corrió un telón y las luces enfocaron a una joven osa que hacia equilibrio torpemente en una gran esfera bajo sus pies y haciendo malabares con pelotas de pequeño tamaño.

En un momento, Armel la miraba fijamente y la osa, en un momento de distracción le devolvió la mirada, eso hizo que se le cayeran las pelotas con las que hacía malabares y se cayó de la esfera en la que estaba parada.

La osa estaba tirada en el suelo y el en aire sonaban los latigazos y se escuchaban insultos por parte de los que dirigían al espectáculo.

-Disculpen damas y caballeros, hoy la osa no tiene un buen día, seguiremos con los demás números, no se vayan, estaremos de vuelta con lo siguiente de lo programado –se le escuchó al presentador.

Sacaron de allí a la osa a latigazos y empujones, a Armel se le ocurrió una idea, se quedó hasta que terminaron todos los números, y cuando ya era de noche, casi cerca de la medianoche cuando todo había terminado, se dirigió a la parte de atrás de la carpa dónde estaban los animales del circo enjaulados, en una jaula aislada de todos los demás, estaba la osa, una osa parda joven.

El oso, todavía en forma de humano, se acercó a la jaula y le dijo:

-Tú eres una osa que no quiere estar aquí ¿me equivoco? ¿Cuál es tu nombre verdadero?

- Mi nombre no es Abby, soy Bernardette, me capturaron de pequeña y me obligaron a trabajar en este lugar, ni siquiera la comida es buena  y siempre nos tienen a latigazos y gritos, es claro que no quiero estar aquí, pero no sé qué hacer de mi vida.

-Berdardette, tal vez te ha llegado un rumor de un líder de los osos

-Un tal Magnos… ¿Armel?

-Con el mismo estás hablando, puedo liberarte en este instante y podrás venir al gran bosque, hay comida asegurada, cuevas, manadas de osos, árboles en los que rascar tu lomo, dime ¿aceptas la oferta?

-Prefiero ser libre, a seguir en este horrible lugar, pero también quiero que me ayudes a liberar a los demás animales: tigres, leones, elefantes.

-Dalo por hecho –dijo Armel y se transformó en hombre-oso agarró la puerta de la jaula y la arrancó como si nada, hizo lo mismo con las demás jaulas y los animales salieron corriendo.

Se despertaron todos los humanos  y alguien dio la alarma de que había ladrones.

Armel y Bernardette huyeron hacia un bosque cercano y los demás animales se quedaron atacando a los del circo, estaban cobrándose los años de maltrato y mala vida.

Pasado el bullicio y estando ambos fuera del alcance de los demás, Armel y la osa se sentaron debajo de un árbol y la osa dijo:

-Cuéntame más de ese bosque

Y con lujo de detalles Armel le dijo que era un lugar enorme, lleno de animales de todo tipo, osos, lobos, claros, cascadas, árboles frutales, arroyos, un gran rio, cuevas, salmones.

-¿Salmones?  ¡Quiero probarlos! Y aprender a cazarlos también.

- Entonces para allá vamos, caminemos, hay una entrada mágica por aquí cerca, serás más feliz estando con una manada que donde estabas antes.

Armel y Bernardette caminaron un poco más  y llegaron a una zona neblinosa, al otro lado los esperaba el Gran bosque.

Armel reunió a todos los osos de todas las manadas, le presentó a todos a la nueva integrante de la manada e hicieron un festejo con pequeños animales, bayas, frutas  y por supuesto salmones, los más grandes que se pudieron conseguir. El líder de los osos estaba más que orgulloso por la gran acción que realizó de liberar al menos a un oso de las manos nocivas de los humanos crueles.

Fin.

miércoles, 21 de julio de 2021

La fortaleza del este

 La fortaleza del este

 

Había pasado un buen tiempo luego del encuentro con el chamán y la misma cantidad de tiempo con el espíritu helado del bosque.

Tiempo después, Armel y unos seis osos más se preparaban para viajar a la fortaleza del este, la que estaba a poca distancia del bosque que fue quemado y del que se exiliaron los osos que ahora estaban en el Gran Bosque.

El grupo caminó hacia el portal de viaje entre bosques, el cual llevaba a cualquier lugar dónde uno quisiera ir, pues los bosques estaban conectados entre ellos, sin importar la distancia.

Se adentraron al portal oscuro y lleno de niebla, caminaron un buen tiempo y llegaron al otro lado, del bosque incendiado solo quedaban algunos pocos árboles en pie  y muchos chamuscados, a lo lejos, se veía la fortaleza o ciudad fortificada.

El plan de Armel era tomar venganza por lo ocurrido tiempo atrás, pero las cosas iban a ser diferentes a lo planeado.

Apenas se acercaron a la fortaleza, la gran puerta de madera de dos hojas se abrió y de ella salieron varios osos pardos, entre los cuales Armel reconoció a uno que tenía una cicatriz en un ojo y un ojo ciego.

El oso tuerto de la cicatriz miró a Armel, se paró en dos patas y le dijo:

-Me resultas conocido, te pareces a Magnos Arctus… un momento… tú eres… - dijo el oso con una lágrima en el ojo sano.

-Soy Magnos Arctus Segundo, Ahora llamado Magnos Armel… ¿tío Burno? ¿Eres tú?

- ¿Magnos hijo? ¿Armel? ¿Tú eres el famoso heredero de aquel viejo oso? ¡Oh! ¡Osos! ¡Salgan todos! Tenemos una historia que oír, cuéntanos que pasó.- Terminó de decir Burno y abrazó a Armel.

Salieron al menos nueve osos de la fortaleza y se saludaron los que venían con Armel y los que estaban en la fortaleza con Burno, hacía tiempo que no se veían.

Luego entraron a la fortaleza y vieron huesos de humanos por todos lados, se acomodaron en un patio grande lleno de comida, bayas, frutas, animales pequeños y enormes salmones.

Burno entonces escuchó la historia de Armel, que fue contada con lujo de detalles; la muerte de Magnos padre, el exilio, como Armel se transformó con Luna, como llegó al Gran Bosque, las maravillas que había en ese lugar, su prueba espiritual con el chamán, el duelo con el frío y demás pormenores.

Luego de esto, le tocó el turno a Burno de contar su historia.

-A nosotros diez nos habían apresado en jaulas y traído a desollar, para quedarse con nuestras pieles  y comerse nuestra carne, pero no contaban con que éramos los más feroces, apenas nos dejaron en un lugar a todos y se hizo la medianoche, empezamos a romper las jaulas y correr por todo el lugar, no fuimos rivales, ni para los arqueros ni para los lanceros ni para los guardias del regente. Rompimos armaduras, cotas de malla, asesinamos a todo humano que se nos acercó, los perros que ellos tenían huyeron todos y los pocos que vimos al otro día, fueron encontrados  fuera de sí, neuróticos y con un terror en sus ojos que no parecían los tan temidos que se creían ellos. Poco después, nos quedamos a vivir en la fortaleza, decidimos que el bosque chamuscado ya no era nuestra casa.

Entonces se hizo un silencio y Armel  dijo que iba a mostrar su nueva condición de ser nuevo, empezó a cambiar gradualmente de oso a cuerpo de hombre oso, solo dejando sus garras y cabeza de oso, luego cambió a su forma de humano, alto, corpulento, de pelo corto, barbudo y vestido con pieles.

Burno lo miró, y dijo:

-Así que por eso te llamas Magnos Armel, el líder de los osos, mírenlo bien osos, todos nosotros, le debemos honor y respeto al hijo y legítimo heredero de Magnos Arctus, todos nos inclinamos ante ti, Magnos Arctus Segundo, ahora llamado Magnos Armel, imponente líder, deja que te sigamos, todos somos tu aliados, salve el líder de los osos, salve Armel.

Esas palabras que pronunció Burno, eran las que se pronunciaban cuando se reconocía  un alto mérito entre los osos, que reconocen un gran mandatario, nadie excepto Armel merecía tan alto reconocimiento, luego de esto, todos los presentes lo reverenciaron y Armel pronunció unas palabras.

-Querido tío Burno, no esperaba toda esta situación, siento que me he ganado el respeto de todos los presentes y todos los que me siguieron en exilio, quiero hacerte una propuesta, que tú seas el representante de esta fortaleza y del bosque donde nacimos todos. Ustedes ahora son los osos de la fortaleza del este y guardianes del bosque quemado.

Burno y los demás osos, agradecieron tal honor y estuvieron de acuerdo de ser nombrados de esa forma.

Armel y sus osos se quedaron a comer y dormir en la fortaleza, al otro día, bien cerca del mediodía, Armel y sus seis osos emprendieron el camino al Gran Bosque, no sin antes saludar a Burno y todos los demás, los nuevos señores de la fortaleza del este y el bosque quemado. Otro logro alcanzado, pensaba el líder de los osos, otra conquista en su título de gran mandatario.

Fin.