Mapa de La Dimensión Mágica de Bosques

Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques

  Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques   La Dimensión mágica de Bosques, lugar donde habitan los seres tres esencias y algunos yok...

lunes, 20 de mayo de 2019

Una forma más coherente de leer las historias del lobo gris de patas blancas

Una forma más coherente de leer las historias del lobo gris de patas blancas:

1 Fédrez, el lobo gris de patas blancas( aquí se empieza)
2 La eterna pelea
3 Dos colmillos de lobo
4 Todo está conectado entre sí
4.1 Los guantes mágicos (por los guantes de las nietas de Alessa)
4.2 Los elementos y el sabio (por el sabio del viento)
5 Y un día ellos llegaron
6 Narufi, la loba roja
7 Un paseo por el pueblo
8 La maldición de la tribu de lobos
9 El secreto del gran bosque
10 La morada de los ancestros
11 Los nuevos guardianes (aqui se termina)

Los nuevos guardianes


Los nuevos guardianes

Estaba el consejo de lobos Alfas de la Tribu de Lobos teniendo una reunión, en el mismo lugar de siempre, solía ser en un lugar específico entre los árboles y con una fogata en el centro del círculo que formaban.
Siempre al lado de Rodrena (Lomo Oscuro) se ubicaba Horra (Colmillos Largos) que ambos eran muy amigos. Al lado de Horra, estaba el infaltable Fédrez (Patas Blancas) aprendiendo lo más que podía de tan sabios lobos.
En esa oportunidad, se discutía pesadamente a quienes iban a designar de guardianes de la zona de la morada de los ancestros, todos estaban de acuerdo de que se necesitaban lobos adultos tanto macho alfa con su respectiva compañera hembra que pudieran crear una manada.
Llegado al acuerdo, debían proponer un lobo macho que ya fuera Alfa del consejo y una respectiva hembra, no importaba si eran lobo gris normal o lobo gris Mackenzie, estaba permitido la unión de ambas variantes, dado que ambas eran enormes lobos.
Entonces, Horra, tomando la palabra, dijo:
-Propongo de macho Alfa a mi hijo Patas Blancas, creo que todos somos conscientes de su ferocidad y determinación en el combate, y su capacidad de tomar decisiones.
-De acuerdo ¿Quiénes a favor del candidato de Colmillos Largos?- dijo el Jefe del consejo de Alfas
Fue escuchado un unánime coro de aullidos de aprobación por parte de todos los del consejo, siendo aceptado Fédrez de esta manera.
-¿Quién propone a la hembra?- dijo el Jefe del consejo.
-Yo – dijo Rodrena
-Te escuchamos atentamente Lomo Oscuro.
-Propongo a mi hija Medias Negras (Ronévi), es buena en combate, es buena cuidadora de cachorros y daría su entera vida por defender un lugar a cualquier costo, hija, sal de entre los árboles y ven cerca de mí.
Dicho esto, una joven loba Mackenzie se puso en el medio del círculo de lobos, cerca de la fogata, mostrando la característica corporal que la hacía poseedora de su apellido, medias de pelo negras como la noche.
-Bien, ¿Quiénes a favor de la candidata de Lomo Oscuro? –Dijo el Jefe del consejo.
Otra vez fue unánime el coro de aullidos de aprobación de los lobos del consejo, dando por finalizada la elección de los guardianes.
-Bien, se iniciarán los preparativos para la ceremonia, nos veremos en dos días en el claro del lago- dijo el jefe del consejo dando por terminada la reunión.
Fédrez, se acercó a Ronévi, y entablaron una conversación, recordaban cuando jugaban de cachorros, recordaban los problemas los que se metían, las bromas que se hacían entre ellos, las tonterías que se decían en los festejos de la tribu, llegaron a la conclusión de que sería agradable tener una manada y ser custodios de tan importante zona del gran bosque, la que más riesgo corría.
En tanto Rodrena y Horra, estaban satisfechos con la unión de sus hijos, pues esto hacía más fuerte su amistad y su trato entre los jefes del consejo de Lobos Alfa.
Los dos días pasaron volando, ya estaban reunidos todos los lobos adultos; los alfas machos y hembras de todas las manadas, los dos que iban a contraer unión y ser designados guardianes, la Luna en lo alto observando el evento, los invitados por pedido de Fédrez (que eran Mano negra, la loba Narufi y Armel el oso pardo) y el jefe de los Alfas que debía tomar el juramento de la Tribu de Lobos.
-Estamos reunidos para presenciar el juramento de los nuevos guardianes, ya que los puestos están vacantes hace años, también la unión de los nuevos Alfas, Patas Blancas y Medias Negras, ambos avancen y digan sus nombres, padres y raza –dijo el jefe del consejo.
-Yo Fédrez Patas Blancas, Hijo de Horra Colmillos Largos y Jinmaz Bigotes Blancos, de los lobos grises.
-Yo Ronévi Medias Negras, Hija de Rodrena Lomo Oscuro y Siceva Ojos Locos, de los lobos grises Mackenzie.
-Ahora conviértanse en Licántropos y digan el juramento al mismo tiempo.
Fédrez y Ronévi se convirtieron en hombres-lobo y recitaron al unísono:
-Juramos proteger a la tribu, perseguir a los traidores, no dar respiro a nuestros enemigos, proteger nuestra manada, proteger el recinto de la morada de los ancestros con garras y colmillos a costa de nuestra vida, respetar a Luna nuestra benefactora, reproducirnos y esparcirnos como plaga por toda la tierra con tal de que la tribu siga en pie por las eras venideras, honrar a los ancestros y morir con el mayor de los honores en la vejez o en el campo de batalla.
El jefe del consejo les colgó del cuello las insignias de guardianes, que tenían una forma rectangular y parecida a hojas de afeitar/rasurar en el diseño central, con los nombres de ambos nuevos guardianes del recinto. Uno decía “Lobo Gris – Patas Blancas” y el otro “Loba Gris – Medias Negras”.
-¡Larga vida a los nuevos guardianes!-gritó Horra
-¡Larga vida a los nuevos Alfas! – gritó Rodrena
-¡Larga vida a la Tribu de Lobos! – gritaron todos los presentes seguido por aullidos de festejo.

A partir de ese evento, Fédrez fue el nuevo guardián del recinto de los ancestros junto a su compañera Ronévi y fueron los alfas de una nueva manada y se les asignó la zona aledaña del recinto. Así fue que Fédrez, nuestro protagonista, terminó siendo lo que quería, una importante figura en la Tribu de Lobos dejando de lado por un tiempo su pasatiempo de poeta, y un fuerte lobo gris de patas blancas en el consejo de Alfas en el gran bosque.

Fin

viernes, 3 de mayo de 2019

La morada de los ancestros


Un día como cualquier otro en el gran bosque, Fédrez (Patas Blancas) estaba hablando con su padre Horra (Colmillos Largos) sobre cosas de la Tribu de Lobos, la organización de las manadas, la cría de cachorros, entre otras cosas importantes. En eso, llegaba Siceva (Ojos Locos) la compañera de manada de Rodrena (Lomo Oscuro). Siceva, escuchando la conversación padre e hijo, les dijo:
-Colmillos Largos, ¿ya le has hablado a Patas Blancas de que debe honrar a sus ancestros ya siendo un miembro del consejo de Alfas?
-¡Ojos Locos! La verdad aún no, pero gracias por recordármelo. –dijo Horra.
-¿De que se trata esto?- Preguntó curioso Fédrez.
-Debe contártelo tu padre, Colmillos Largos, que no ahorre detalles.- dijo Siceva y se retiró.
Entonces, Horra empezó a caminar y Fédrez lo siguió, caminaron a una zona que Fédrez recordaba que de cachorro no le dejaban estar ahí jugando, una zona muy alejada y distante dentro del bosque. Luego de un tiempo, llegaron a una parte del bosque donde había 30 Secuoyas enormes que casi tocaban el cielo, arboles rodeados por un arroyo que se partía en dos y más lejos recuperaba su gran cauce. En el centro de los enormes árboles, estaba un árbol número 31 talado hasta casi las raíces, simulando un altar de ofrendas. Horra, al llegar, empezó a explicar lo siguiente:
-Bien, Patas Blancas, te explicaré que es este lugar, cada árbol representa a uno de los 30 lobos de la primera manada de la Tribu, sus hojas representan a todos y cada uno de los que murieron a lo largo de los siglos, el árbol/altar del medio es para ofrendar algo a ellos, nuestros ancestros y nuestros muertos, solemos poner flores, alguna planta de hierbas o algún regalo que signifique algo para nosotros, cada vez que muere uno de nosotros, crece una hoja en uno de los árboles, aquí es donde honramos a nuestros ancestros.
Fédrez escuchaba atentamente lo que su padre explicaba sin perder un detalle y asentía a todo lo dicho.
-Ahora ¿recuerdas las canciones que le cantaba a tus hermanos y a ti su madre Jinmaz (Bigotes Blancos)? - preguntó Horra.
-Recuerdo unas 5 de ellas.
-¿Recuerdas una que empezaba con “nosotros tus ancestros”?
-Sí, es la que más recuerdo.
-Empieza a cantarla, yo te sigo, oh, y pasa a la forma de hombre-lobo, es muy necesario, yo haré lo mismo - concluyó Horra cambiando de forma.
Fédrez cambió de forma, comenzó a entonar los primeros versos y su padre se le unió, entonces, los arboles empezaron a brillar y se escuchaban voces fuertes y aullidos provenientes del grupo de árboles cantando la misma canción que los dos lobos cantaban. Patas Blancas estaba maravillado de lo que veía, mientras él seguía cantando, su padre recogía algunas flores e hierbas cercanas y las depositaba en el árbol altar.
-¿Quién eres tú que cantas la canción de los ancestros de la Tribu? –dijo una estruendosa voz proveniente de uno de los 30 árboles dirigiéndose a Fédrez.
-Soy uno de los nuevos Alfas del consejo, soy un lobo gris, mi nombre es Fédrez Patas Blancas, hijo de Horra Colmillos Largos y de Jinmaz Bigotes Blancos.
- El espíritu de Jinmaz descansa en nuestras hojas, ¿quieres darle un mensaje a ella?
-Quiero que sepa que nunca la olvido y siempre recuerdo su presencia, que sepa que estoy bien a pesar de su ausencia, y que cada día soy más fuerte como ella deseaba que yo fuera.
-Ella ha escuchado tus palabras Patas Blancas, regocíjate, ella está orgullosa de ti.-Dijo la voz alegremente.
-También, puedes venir a buscar consejo e inspiración cuando estés en situaciones difíciles o estés desesperanzado, nosotros tendremos una respuesta o una palabra de aliento para ti -añadió la voz de entre los árboles.
Un rato después, los árboles dejaron de brillar y cesaron las voces que cantaban, todo quedó en silencio, Fédrez miraba hacia arriba contemplando la altura de los árboles. A su lado estaba su padre que le dijo:
-Ahora sabes sobre esto tan importante para todos los de la Tribu, nunca olvides de dónde vienes, nunca olvides honrar a los ancestros, ellos son nuestros guías espirituales, Luna es solo una benefactora de siglos y siglos atrás, le estamos agradecidos a ella, pero más a nuestros ancestros, recuerda mis palabras joven lobo.
Dicho esto, ambos lobos miraron por última vez los 30 árboles, cruzaron el arroyo y empezaron a caminar hacia la parte del bosque donde habitaban ambos.
Fédrez había aprendido algunas cosas más en su tarea de lobo Alfa en su bosque, honrar a sus antepasados y a tener un lugar donde visitar cuando necesitaba recordar a su madre y a sus muertos, había encontrado un lugar donde pedir consejo, un lugar donde podía conectarse con su naturaleza y nunca estar solo ¿y dónde podía ser, si no en el gran bosque?
                                                                                                                                                                            
FIN