Los nuevos guardianes
Estaba el consejo de lobos Alfas de la Tribu de Lobos
teniendo una reunión, en el mismo lugar de siempre, solía ser en un lugar
específico entre los árboles y con una fogata en el centro del círculo que
formaban.
Siempre al lado de Rodrena (Lomo Oscuro) se ubicaba Horra
(Colmillos Largos) que ambos eran muy amigos. Al lado de Horra, estaba el
infaltable Fédrez (Patas Blancas) aprendiendo lo más que podía de tan sabios
lobos.
En esa oportunidad, se discutía pesadamente a quienes iban a
designar de guardianes de la zona de la morada de los ancestros, todos estaban
de acuerdo de que se necesitaban lobos adultos tanto macho alfa con su
respectiva compañera hembra que pudieran crear una manada.
Llegado al acuerdo, debían proponer un lobo macho que ya
fuera Alfa del consejo y una respectiva hembra, no importaba si eran lobo gris
normal o lobo gris Mackenzie, estaba permitido la unión de ambas variantes,
dado que ambas eran enormes lobos.
Entonces, Horra, tomando la palabra, dijo:
-Propongo de macho Alfa a mi hijo Patas Blancas, creo que
todos somos conscientes de su ferocidad y determinación en el combate, y su
capacidad de tomar decisiones.
-De acuerdo ¿Quiénes a favor del candidato de Colmillos
Largos?- dijo el Jefe del consejo de Alfas
Fue escuchado un unánime coro de aullidos de aprobación por
parte de todos los del consejo, siendo aceptado Fédrez de esta manera.
-¿Quién propone a la hembra?- dijo el Jefe del consejo.
-Yo – dijo Rodrena
-Te escuchamos atentamente Lomo Oscuro.
-Propongo a mi hija Medias Negras
(Ronévi), es buena en
combate, es buena cuidadora de cachorros y daría su entera vida por defender un
lugar a cualquier costo, hija, sal de entre los árboles y ven cerca de mí.
Dicho esto, una joven loba Mackenzie se puso en el medio del
círculo de lobos, cerca de la fogata, mostrando la característica corporal que
la hacía poseedora de su apellido, medias de pelo negras como la noche.
-Bien, ¿Quiénes a favor de la candidata de Lomo Oscuro?
–Dijo el Jefe del consejo.
Otra vez fue unánime el coro de aullidos de aprobación de los
lobos del consejo, dando por finalizada la elección de los guardianes.
-Bien, se iniciarán los preparativos para la ceremonia, nos
veremos en dos días en el claro del lago- dijo el jefe del consejo dando por
terminada la reunión.
Fédrez, se acercó a Ronévi, y entablaron una conversación,
recordaban cuando jugaban de cachorros, recordaban los problemas los que se
metían, las bromas que se hacían entre ellos, las tonterías que se decían en
los festejos de la tribu, llegaron a la conclusión de que sería agradable tener
una manada y ser custodios de tan importante zona del gran bosque, la que más
riesgo corría.
En tanto Rodrena y Horra, estaban satisfechos con la unión
de sus hijos, pues esto hacía más fuerte su amistad y su trato entre los jefes
del consejo de Lobos Alfa.
Los dos días pasaron volando, ya estaban reunidos todos los
lobos adultos; los alfas machos y hembras de todas las manadas, los dos que
iban a contraer unión y ser designados guardianes, la Luna en lo alto
observando el evento, los invitados por pedido de Fédrez (que eran Mano negra,
la loba Narufi y Armel el oso pardo) y el jefe de los Alfas que debía tomar el
juramento de la Tribu de Lobos.
-Estamos reunidos para presenciar el juramento de los nuevos
guardianes, ya que los puestos están vacantes hace años, también la unión de
los nuevos Alfas, Patas Blancas y Medias Negras, ambos avancen y digan sus
nombres, padres y raza –dijo el jefe del consejo.
-Yo Fédrez Patas Blancas, Hijo de Horra Colmillos Largos y
Jinmaz Bigotes Blancos, de los lobos grises.
-Yo Ronévi Medias Negras, Hija de Rodrena Lomo Oscuro y
Siceva Ojos Locos, de los lobos grises Mackenzie.
-Ahora conviértanse en Licántropos y digan el juramento al
mismo tiempo.
Fédrez y Ronévi se convirtieron en hombres-lobo y recitaron
al unísono:
-Juramos proteger a la tribu, perseguir a los traidores, no
dar respiro a nuestros enemigos, proteger nuestra manada, proteger el recinto
de la morada de los ancestros con garras y colmillos a costa de nuestra vida,
respetar a Luna nuestra benefactora, reproducirnos y esparcirnos como plaga por
toda la tierra con tal de que la tribu siga en pie por las eras venideras, honrar
a los ancestros y morir con el mayor de los honores en la vejez o en el campo
de batalla.
El jefe del consejo les colgó del cuello las insignias de
guardianes, que tenían una forma rectangular y parecida a hojas de afeitar/rasurar
en el diseño central, con los nombres de ambos nuevos guardianes del recinto.
Uno decía “Lobo Gris – Patas Blancas” y el otro “Loba Gris – Medias Negras”.
-¡Larga vida a los nuevos guardianes!-gritó Horra
-¡Larga vida a los nuevos Alfas! – gritó Rodrena
-¡Larga vida a la Tribu de Lobos! – gritaron todos los
presentes seguido por aullidos de festejo.
A partir de ese evento, Fédrez fue el nuevo guardián del
recinto de los ancestros junto a su compañera Ronévi y fueron los alfas de una
nueva manada y se les asignó la zona aledaña del recinto. Así fue que Fédrez,
nuestro protagonista, terminó siendo lo que quería, una importante figura en la
Tribu de Lobos dejando de lado por un tiempo su pasatiempo de poeta, y un
fuerte lobo gris de patas blancas en el consejo de Alfas en el gran bosque.
Fin
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