Mapa de La Dimensión Mágica de Bosques

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lunes, 9 de julio de 2018

Los elementos y el sabio


Los elementos y el sabio
 
     Los cuatro elementos primordiales, el agua, la tierra, el aire y el fuego, se pusieron a discutir quien de ellos era el más importante de todos, estaban aburridos y empezaron a decir cuáles eran sus mejores atributos. Un hombre viejo y sabio que pasaba por ahí quiso ayudarlos escuchando e interviniendo y opinando sobre lo que decía cada uno de ellos, es decir, hacía de juez.
La primera en hablar fue la tierra y dijo:

-Yo soy el elemento más importante, el hombre, los animales y las plantas viven encima de mí, los alimento a todos ellos, los cuido, ellos me necesitan para sobrevivir todos los seres me necesitan para enterrar a sus muertos y el ciclo de la vida es parte de mi existencia se alimentan unos de otros nada se pierde todo circula en mí.

El hombre sabio luego de escuchar a la tierra, dio su opinión
-Pero tú tierra causas terremotos, tus volcanes destruyen pueblos enteros, lanzas contaminación a la atmósfera, tienes áridos desiertos donde las personas se pierden y terminan muriendo sin remedio si no están preparados. Sin embargo, das comida a los seres vivos y en tu interior guardas preciosos tesoros, los animales y el hombre construye sobre ti sus viviendas y también construye en tu interior.

El segundo en hablar fue el agua:
- Yo soy el más importante, la vida en este mundo empezó por mí, tengo seres dentro de mí que viven sin problemas, soy quien más ocupa territorio, los seres vivos si yo les falto por un corto período de tiempo morirían, con mis lluvias riego los campos, en mis océanos están miles de especies también en las orillas de mis ríos mis arroyos mis lagos mis lagunas el hombre ha vivido y sigue viviendo.

Entonces el hombre sabio opinó:
-Tú causas maremotos, trombas, inundaciones, desbordes de ríos, de arroyos de lagunas y lagos. Inundas campos con tus temporales y aguaceros, pero sin embargo los seres que habitan en ti recorren todo el mundo, das de comer las los hombres y a los animales que cazan y pescan en los márgenes de tus arroyos y ríos, tienes la más enorme diversidad de vida en tu seno.

Le tocó entonces el turno al aire:
-Yo soy el más importante porque sin mí los seres no respirarían, los pájaros no se moverían de un lado al otro, los árboles y plantas no se reproducirían porque transporto el polen de sus flores, protejo al planeta siendo atmosfera y no dejo pasar los rayos nocivos del espacio.

Dijo entonces el hombre sabio:
-Tú causas enormes desastres como tornados ciclones huracanes tormentas frías y erosionas todo, haces que los hombres mueran de frío, pero sin embargo eres bueno en todo lo que has dicho, sin olvidar que el hombre viaja a través de ti y eres quien lleva los mensajes de todos los seres de un lado al otro en forma de sonido.

Le tocó el turno al fuego, que sabiendo de su fama, dijo:
-Yo no soy importante, soy destructivo y mis desastres son peores que los de mis colegas, causo incendios, todo aquel que me toca sale herido de gravedad, quemo todo lo que se me acerca, causo ampollas, asesino seres vivos, provoco climas hostiles, engullo bosques enteros… no tengo ningún buen atributo.

El hombre sabio le dijo entonces al fuego:
-Solo has dicho lo malo de ti fuego, tú das calor a los seres vivos en invierno, estás en cada una de las estrellas del universo, haces que la comida hecha en ti sea deliciosa, eres fuente de luz en la noche, apartas a la oscuridad, las personas se reúnen en torno a ti hace miles de años para compartir vivencias, historias y rituales, se hacen festejos a tu alrededor y los herreros te necesitan para hacer sus piezas de metal.

Dicho esto y habiendo hablado el último de los elementos, el sabio pidió analizar lo expuesto por los cuatro. Habiendo pasado media hora el hombre dijo a todos ellos:
-Ninguno es más importante que el otro, todos son importantes y entre ustedes se ayudan armónicamente para que todo funcione como debe ser, por más que tenga cada uno su lado malo, todos tienen su lado benéfico, todos ayudan a los seres vivos, todos ayudan al planeta, todos son igual de importantes y aun habiendo rivalidad entre algunos de ustedes, hay armonía y buena convivencia.

Cuando terminó de hablar el hombre, los cuatro dialogaron entre ellos y decidieron darle un regalo al sabio hombre.
El agua tomó la palabra y le dijo al hombre que no era ni anciano ni joven:

-Te daremos un regalo, ¿que deseas? Aprovecha esta oportunidad tan única y especial y pide un deseo, te será concedido lo que pidas

-Deseo convertirme en viento a voluntad, quiero viajar por todo el mundo y ser viento me ayudaría a viajar lejos rápido y sin problemas.

- Se te será concedido lo que has pedido sabio ser humano.

El viejo hizo la prueba de convertirse en una ráfaga de aire sin ninguna dificultad y volvió al lugar de donde se desmaterializó y tomó otra vez forma humana.

-Gracias queridos elementos, les agradezco por su bondad.

Dicho esto, el hombre se fue caminando hacia su pueblo, orgulloso de su deseo cumplido y de haber ayudado a los cuatro elementos en su divertido debate.

Fin.