Mapa de La Dimensión Mágica de Bosques

Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques

  Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques   La Dimensión mágica de Bosques, lugar donde habitan los seres tres esencias y algunos yok...

miércoles, 30 de junio de 2021

No me llames Magnos, soy Armel

Esta es la historia del oso amigo del Lobo Gris


Había una vez, en un lejano bosque hace mucho tiempo, muchas manadas de osos, que vivían tranquilos cazando peces en las correntadas, pequeños animales, recolectando frutas y robando  miel de las colmenas de los árboles.

Un viejo oso pardo, Magnos Arctus su nombre, había declarado su posesión de un territorio junto con otros jefes de manada, unas diez manadas de osos enormes con sus hembras y sus oseznos.

Magnos, tenía a su hijo Magnos Arctus Segundo, el que según las costumbres de los de estos clanes, sería su sucesor, pasara lo que pasara.

El sucesor de Magnos, estaba entrenado para ser un gran líder, era un oso muy fuerte y muy grande de tamaño, gustaba de comer las frutas más duras, los peces más grandes y la miel más dulce, era un poco tosco, pero muy cariñoso con sus hermanos menores.

Pero un día, uno de esos días que uno no espera, ocurrió algo muy terrible, Magnos hijo, fue con un grupo de osos a cazar peces a una cascada un poco alejada de donde acostumbraban ir normalmente, ese día todo iba a cambiar.

Los humanos que estaban cerca en una fortaleza impenetrable, pagaron a un gran grupo de mercenarios para que diezmaran la población de osos, para obtener sus pieles y hacer comercio con ellas.

Magnos hijo se había tardado más de lo normal en volver, ya estaba anocheciendo cuando volvió a su bosque y vio la terrible escena: árboles incendiados, osos muertos, cachorros gritando por sus madres, y ellos, los mercenarios, con carros y jaulas, aprisionando osos, cargando los cadáveres de los osos más grandes y ensañándose con las hembras.

Esto hizo que el oso se volviera loco  y empezara a repartir golpes y mordidas a diestra y siniestra y golpearse el pecho, lo cual también hicieron sus compañeros de caza.

Los mercenarios, muertos de miedo, salieron corriendo pero algunos cayeron en manos de los osos y fueron despedazados. Los que pudieron escapar, perdieron el sentido en por unos momentos del terror que les causaron los furiosos  osos y otros que estaban con grandes heridas no llegaron muy lejos.

-¡Magnos! ¡Hijo! ¡Ven pronto!- se le escuchó decir al oso Alfa herido gravemente en el pecho.

-¡Padre! ¿Qué te han hecho? ¿Dónde está mamá?

-No me queda mucho tiempo de vida, tu ahora eres el líder, ¡tú ahora eres Magnos Arctus! Mi sucesor, lleva en alto mi nombre, tu madre ha muerto y yo también estoy en eso, no dejes morir mi legado.

Dicho esto, el oso padre murió, y Magnos Arctus Segundo, era el nuevo alfa de los que quedaron vivos de las diez manadas. Todos en ese momento tuvieron que escapar de ese lugar, estaba todo en llamas.

Huyeron hacia el oeste, vagaron dos días, hasta llegar a una planicie sin árboles, machos, hembras y los pocos oseznos que quedaron vivos descansaron allí. Al día tres, que era un día de luna llena, Magnos Arctus Segundo dijo al aire alzándose en dos patas y gritando a la gran luna.

-¡Maldita nuestra suerte! ¿Qué haremos ahora? Tú, gigante redonda ¡contéstame!

En eso, un haz de luz enceguecedor salió de la luna y un ser vestido de blanco con forma de mujer de ojos totalmente blancos se plantó en frente del gran oso.

-Aquí estoy, solo puedo proponerte una cosa ¿quieres venganza contra lo que los hombres te hicieron? ¡Puedo convertirte en uno!

-¡Entonces conviérteme en uno si eso cambia en algo mí destino!

-Como gustes – dijo la mujer y envolvió en una gran ráfaga a Magnos, el oso brilló y su forma cambió a un hombre alto y musculoso de barba que cayó al suelo vestido en pieles.

Magnos miró su nuevo cuerpo, cambió a oso, cambió a hombre, cambió a hombre con cabeza de oso con garras en sus manos y cambió a oso otra vez.

-¿Necesitas un nuevo nombre querido oso? –dijo la dama de blanco.

-¿Qué te parece…Armel (el líder de los osos)?

-¡me encanta!- exclamó la dama

-Magnos deja de ser mi nombre por el momento, Armel es mi nuevo nombre entonces - finalizó el hombre oso.

Dicho esto, la dama Luna se fue en un haz de luz. Los osos que estaban lejos y vieron todo se le acercaron, Armel les mostró su nueva habilidad.

Desde ese día, Armel fue un líder, buscando por todos lados un bosque nuevo para sus manadas ahora una enorme manada de osos nómades, fueron por todo el mundo, hasta llegar a un cruce neblinoso, en el que entraron y pasaron al otro lado, del otro lado, los aguardaba el Gran Bosque de los lobos grises.

 

Fin