Fleur y la Tejedora
Fleur había caminado durante dos días en
el bosque, era una niña de unos diez años de edad, de pelo negro, ni muy alta
ni muy baja, vestía harapos y tenía la cara sucia de tierra.
Llegado un momento, Fleur se cayó
desmayada al lado de un arbusto del hambre y sueño, mientras recuperaba la
consciencia, sentía que era llevada en brazos, pero recién pudo comprobarlo
cuando llegó cerca de una cabaña, ella bajó de esos brazos y vio que quien la
llevó era un oso de lana color marrón de cara simpática y ojos de botones.
Aparte del oso de lana, había muchos
otros animales hechos de lana, osos, pájaros, gatos, perros, mariposas, ratones
y un largo etcétera de animales de piel de lana.
En una mecedora de madera con respaldo de
mimbre, una joven mujer que no se podría saber su edad, se mecía en ella
mientras tejía ropa para un mapache, más lejos de la escena, había un viejo
telar de madera.
En un momento, Fleur y la mujer hicieron
contacto visual, ambas se saludaron con
una cálida sonrisa.
La niña, que era muy curiosa, se preguntó
quién era esa mujer, cosa que la mujer, leyéndole la mente dijo:
-Hola pequeña ¿estás perdida?
-hola joven señora ¿quién es usted y como
llegué aquí? ¡Ah! ¿Y por qué todos estos animales son de lana?
-¿Quién soy? Soy la Tejedora, la guardiana de
este bosque, todo animal de lana que hayas visto por ahí, yo lo he creado como
mis agujas de tejer, mi telar y mis ganchillos, mis manos son mágicas y también
tejo historias, cuentos, fábulas, mis hilos son mágicos. Y también tejo ropa
común y corriente.
-Mi nombre es Fleur, flor en francés, y
he quedado huérfana, hace dos días que vago y tengo hambre.
-Encantada de conocerte Fleur, pasa a
comer algo… a ti te trajo un oso enorme de lana, una de mis creaciones más
viejas.
La Tejedora y la niña entraron a la
cabaña, donde estaba lleno de gatos multicolores, al menos siete de ellos.
Fleur se sentó a la mesa y la Tejedora le
dío un jarro grande de una infusión de hierbas y una gran hogaza de pan.
Luego de comer, la mujer les dijo a sus
animales de lana que trajeran unos vestidos de lana, uno de lana fría para
primavera y verano y otro de lana caliente para otoño e invierno, también unos
sacos de lana muy cómodos, y unos zapatos de piel para los pies de la niña.
-Querida tejedora, perdón si suena incómodo,
pero… ¿puedo quedarme a vivir con usted? No tengo a donde ir en este mundo.
-Oh Fleur, hace rato que necesitaba una
ayudante, puedes quedarte a vivir aquí,
te enseñaré a tejer, coser,
bordar y también parte de mi magia, los animales estarán agradecidos de tener
con quien jugar.
La pequeña Fleur se quedó a vivir con la
Tejedora, aprendió a tejer, coser y bordar. Con el tiempo empezó a hacer sus
propios vestidos y ropa de todo tipo, animales de todo tipo y también seres
como hadas, gnomos, duendes y otros animales y seres que ella inventaba y les
daba vida.
La niña y la tejedora, fueron grandes
amigas y a veces se trataban como madre e hija. Con el tiempo el bosque fue
conocido como el bosque de las Dos Tejedoras.
Fleur creció siendo una feliz mujer,
siendo una de las tejedoras de ropa, historias, animales y seres mágicos más
habilidosas de todo el bosque de los animales y seres de lana.
Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario