Estoy tranquilo caminando por la calle,
cuando de pronto la noche cae y todo mi alrededor se vuelve negro,
comienza a dolerme la cabeza y en un arrojo por detener la migraña,
me agarro el cráneo con ambas manos
y cierro los ojos para no dejarte en libertad.
Pero ya es tarde, has escapado,
el suelo bajo mis pies comienza a quebrarse
y mi visión de la realidad cambia bruscamente,
todo lo que me circunda,
incluso las personas que más amo en el mundo, me son amenazas,
quiero escapar, pero tu nunca me abandonas
y el mundo que piso es hostil e infernal.
De pronto, una mujer se cruza en mi camino,
ella me abraza y todo empieza a volver a la normalidad,
el cielo cambia y tú, en un ultimo intento por reinar,
me tomas por los ojos y haces que rompa en llanto,
pero te zafas y vuelves a tu escondite con la cola entre las patas.
El sol vuelve a brillar para mi, pero...
¿Cómo sabré si volverás a atacarme?
Eso aún no lo sé.
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