Llegamos a una casa de piedra en la montaña muertos de frìo,
escapando de los q nos persiguen.
Enciendo el hogar de leña q pude encontrar,
al menos tendremos con que matar el frío.
Y nos sentamos en un sillón de la sala pricipal tu estabas temblando muerta de frío
y te pido q te acerques,
- ¿estas fuera de tus cabales hombre? -me dices
- ¿ acaso quieres enfermar ? ven ponte más cerca de mi, no te haré daño.
Te aproximas y quedamos uno pegado al otro,
percibo el aroma de tu piel, tan dulce como la miel.
Miro tus labios; normales de tamaño, pero esperando ser besados.
Te miro a los ojos y sin avisarte, pruebo el sabor de tu boca,
te retiras bruscamente, me miras a los ojos, y correspondes a mi acto,
nos besamos con pasión, cada uno besa intensamente al otro,
y probamos nuestros labios carnosos como frutas maduras,
te tomo de la nuca con una mano y acaricio tu pelo con la otra.
Pasamos largo rato entre caricias y besos y bajo a morder tu suave cuello
que me pide ser mordido y lo lleno de marcas de mis dientes.
-¿Crees que nos hallarán mis familiares?
preguntas y me detengo en seco
-querida,eso es algo que ya no importa- contesté,
sabiendo q se cumplió mi anhelado deseo.
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