El viejo bosque estaba revolucionado, había dos intrusos
humanos vestidos de túnica negra, ya había pasado antes esto, hace siglos
atrás, eran dos hechiceros no muy jóvenes, digamos que aparentaban unos 35 años
de edad cada uno, descendientes del hechicero que embrujó a los primeros
miembros de la Tribu de Lobos con una maldición.
Pero las cosas eran diferentes en los tiempos de este
acontecimiento que está siendo narrado en este momento.
Era de noche, los guardias del bosque no estaban cuidando
las entradas del bosque, estaban organizando a los lobos rojos entre los que se
encontraba Narufi (Pelos Rojos), los blancos y los negros para que estuvieran a
salvo, había luna llena, Fédrez (Patas Blancas) estaba con su padre Horra (Colmillos
Largos) y con Rodrena (Lomo Oscuro) planeando como atrapar a los hechiceros con
los demás lobos alfa grises. Armel estaba ordenando las manadas de osos que
estaban con él, más que nada por prevención y refuerzos si había batalla.
Los hechiceros llegaron al claro más grande del bosque, en
ese momento, se sintieron observados, uno de ellos dijo:
-Lobitos, salgan, salgan, de donde quiera que estén, venimos
a matarlos, a vengar a nuestro antepasado, somos los últimos de la familia del
hechicero que maldijo a su estúpida tribu.
Se empezaron a escuchar aullidos por todas partes. De entre
los árboles, salió Fédrez convertido en humano, acompañado de Rodrena y de
Horra ambos como son, lobos.
-Así que vienen a vengar a un anciano inútil que no pudo con
nosotros –dijo Horra.
-Qué lástima que los que olvidan la historia la repitan-
dijo Rodrena.
-Podemos terminar esto pacíficamente o a la fuerza
hechiceros –concluyó Fédrez.
-Ya es tarde, vemos que la luna está a nuestro favor -se
mofaron los dos hechiceros.
Pero en ese momento el cielo despejado se cubrió de nubes
negras, tapando a la Luna y esfumando cualquier posibilidad de hechizos.
-¿Así lo quieren? Divirtámonos un rato muchachos- dijo el
lobo gris convirtiéndose en hombre-lobo
-Te seguimos hijo –dijo Horra convirtiéndose en hombre lobo
y lo mismo hizo Rodrena.
El lobo gris no podía creer lo que veían sus ojos,
aparentemente, no era el único con esos poderes.
-Hijo -Empezó a decir Horra adivinando los pensamientos de
Patas Blancas- todos los lobos grises de todo este bosque, las 16 manadas,
somos de la tribu no solo tu querida madre y tú mismo, Lo que hizo Luna contigo
fue despertar ese costado que tenías dormido, el de humano y el de hombre lobo,
nunca fuiste el único y las visitas de los demás de la tribu, eran para darnos
mensajes de todo el mundo, donde estuvieras había uno de nosotros escondido. Y
aceptamos lobos de todas especies en el bosque para tapar sospechas.
Narufi, Armel y Mano Negra escucharon todo lo dicho
escondidos detrás de un gran árbol.
Terminó de hablar el lobo, se escucharon secos y burlones
aplausos seguidos de socarronas carcajadas por parte de los hechiceros, que al
creerse en superiores condiciones, dijeron:
-Que enternecedoras palabras colmilludos patéticos, todo se
termina esta noche.
-Ya lo creemos- dijeron decenas de voces roncas.
Los hombres miraron para todos lados y vieron aterrados
salir de su escondite a decenas de hombres lobo, ellos quedaron espalda contra
espalda y alzaron la vista al cielo, viendo como el cielo se despejaba y la
Luna estaba roja sangre emitiendo una luz roja hacia el bosque.
-Muchachos, saludemos a los últimos descendientes del que
nos maldijo- dijo Horra
- ¡Hola hechiceros! ¡La tribu de lobos los saluda! – dijo
Fédrez abriendo enormemente la boca y clavando todos los dientes en el cuello
de uno de los brujos y tirándolo al suelo.
Seguido a esto, ambos hombres fueron
despedazados por decenas y decenas de hombres lobos, jóvenes y adultos, hembras
y machos con gran voracidad hasta que solo quedaron huesos limpios, báculos y
túnicas harapientas.
Luego de esto el color de la luna
pasó de rojo a blanco y un haz de luz bajó a al bosque, Luna se hizo presente
en el medio de un mar de hombres lobo y dijo:
-Esos eran los últimos que
existían de la familia del hechicero que los maldijo, ahora puedo deshacer la
maldición si ustedes quieren y me permiten.
-No lo vemos necesario Luna, han
pasado siglos y ya nos hemos acostumbrado a vivir así- contestó Rodrena a Luna.
Armel, Narufi y Mano Negra
salieron del escondite y se acercaron a Fédrez que estaba cubierto de sangre de
los recién devorados.
-Anderic necesito que documentes
todo lo que ha pasado en este bosque hasta ahora, además, ya me caes bien luego
de todo este tiempo - le dijo Patas Blancas a Mano Negra, y este último, no
podía creer que después de todo el tiempo que se conocían lo trataba
cordialmente en vez de despectivamente.
Luego de este acontecimiento, se
hizo una gran fiesta en todo el bosque, Mano Negra tuvo una gran cantidad de
relatos para contar, a pesar de lo fantásticos e irreales que parecían los
hechos narrados en ellos. Fédrez se convirtió finalmente en uno de los lobos
alfa de la Tribu de lobos, ya que su padre le permitió ese honor.
El bosque que estaba enfrente del
pueblo, separado por una encrucijada a mitad de camino, a fin de cuentas, era
el escondite de la Tribu de Lobos por centenares de años pero… ¿Por qué se
tardó revelar este secreto? Es simple, yo Anderic, conocido como Mano Negra, quería
que hubiera suspenso, las historias no iban a ser tan divertidas después de
todo si solo contaba unas pocas historias y todas de la Tribu de Lobos ¿no lo
creen así ustedes?
Fin
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