Mapa de La Dimensión Mágica de Bosques

Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques

  Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques   La Dimensión mágica de Bosques, lugar donde habitan los seres tres esencias y algunos yok...

viernes, 8 de abril de 2022

La conclusión

 

La conclusión.

 

Ya era el momento en que Demetrio llegó al acantilado, se desnudó el torso, dejando ver varios tatuajes de símbolos mágicos en idiomas arcanos, todo esto estaba siendo visto por Fédrez el lobo gris, que lo siguió sigilosamente, mientras se escondía detrás de unos árboles, entonces observó lo que viene a continuación.

Demetrio, de cabellos y barba blanca con el torso desnudo, dijo:

-¡Arrgnabak! ¡Sal fuera, quiero hablar contigo!

El cielo se oscureció, y de la nada, un enorme ser inefable, horrendo y demoníaco envuelto en llamas grises, salió de los tatuajes de Demetrio y se puso frente al acantilado.

-Ya es la hora Demetrio, debes entregarme tú alma, ese era el trato, tú serías invencible, pero a un costo, y ese costo es tu alma.

-Ya sabes que no quiero hacer eso, no puedo hacerlo, si hubiera otra forma…

-¡No la hay! Entrega tu alma –Bramó el ente que ocupaba toda la vista.

-Sí, La hay –dijo una voz femenina que salía de entre los árboles, acompañada de Calluz y Lenhela, esta persona era Fleur, la tejedora.

-¿Quién eres? ¿Te conozco? – dijo un cansado y casi cegado Demetrio.

-¿Recuerdas cuando me regalaste media docena de pantalones de cuero que encima te tomaste el trabajo de comprar de distintas medidas? ¿Recuerdas cuando tuve esas náuseas y me llevaste al médico? ¿Recuerdas cuando tomaste mi mano en ese hospital y dijiste que nos volveríamos a ver en otra vida, pasara lo que pasara? ¿Recuerdas las pelucas que me compraste cuando perdí el cabello?

-Elian… Has vuelto, has vuelto, cumpliste tu promesa, ¡Arrgnabak! ¡Ya no hay trato!- dijo Demetrio.

Y el ente maligno elevó al hombre por los aires y ya casi tomando por la fuerza el alma del hombre, escuchó ruidos entre los árboles, de los que salieron Fedrez y sus hombres lobo, entre los cuales estaba Vilkamuzta y sus lobos del frio, Armel y sus osos, Kundam y sus Jaguares, todos con las manos derechas en alto y las palmas hacia arriba, pronunciando estas palabras al unísono.

-Nosotros, los seres que hicimos el juramento y queremos el balance en las fuerzas mágicas Queremos que este despreciable ser arcano deje libre a esta dimensión, Por eso llamamos a Raken Tuk, balance del caos y oscuridad y a Heken Pak, Balance del orden y la luz, para que te destierren del mundo para siempre.

Calluz y Lenhela también tenían las manos levantadas, también estaban Kyan Tati y Neyk Itet haciendo lo mismo.

-¡No! ustedes no pueden conmigo ¡ilusos!- Vociferó Arrganbak.

-Pero nosotros sí, nosotros somos los que balanceamos este mundo y esta dimensión. –Dijeron ambos dragones, el azul y el violeta, el orden y el caos, la luz y la oscuridad, Heken Pak y Raken Tuk.

Ambos dragones empezaron a girar en una rápida danza alrededor de Arrgnabak, quien perdía fuerzas y se sentía debilitado, ya en un momento, envuelto en una nube que lo atrapaba, fue engullido por ambos dragones, que quedaron unidos por un beso y transmutaron la energía del ente maligno haciéndolo desaparecer para siempre.

Demetrio cayó al suelo y fue atajado por Calluz, que lo deposito en el suelo y la tejedora lo tomó de su rostro.

El cuerpo de Demetrio empezó a rejuvenecer, hasta volver a la edad en que vio morir a Elian, a sus 37 años de edad.

-Elian, cuanto tiempo pasó, cuanto tiempo quedó atrás, volviste, tú has...

-He vuelto, Hemos vuelto, aquí está nuestra otra oportunidad.

Se hizo un incómodo silencio,  Elian/Fleur y Demetrio observaron a dos grandes dragones chinos en el aire, hombres oso, hombres lobo, seres jaguar, un medio elfo, una bruja, una tanuki y una kitsune, todos observando la romántica escena.

Y todos los presentes, rompieron el silencio con vitoreos. Y Demetrio y Fleur/Elian se dieron un largo beso.

Se hizo un gran agasajo en el gran bosque, todos estuvieron invitados, con Demetrio como invitado de honor, y también estaban Heken Pak y Raken Tuk.

Demetrio estaba con Mano negra, que también fue invitado al evento, empezaron a charlar amenamente.

-Demetrio ¿alguna habilidad te quedó remanente o todo fue gracias a ese ente?

-Oh si, algo todavía tengo, sé mucho de hierbas y de pócimas y bebidas y preparados medicinales y líquidos varios.

-O sea que todavía eres útil, puedes ser nuestro medico natural.

- No tengo problema, ya veremos cómo queda todo.

Fleur/Elian se acercó a abrazar y besar a su alma gemela, Demetrio Liceros, el que ya había vuelto a la normalidad y tuvo otra oportunidad.

Pero aquí no terminan las historias, mientras nos recuerden, seguiremos vivos y las historias seguirán, solo nos tomaremos un descanso. Pero nunca moriremos, siempre que alguien reviva nuestras historias, viviremos en ellas, somos la idea de un creador y somos el recuerdo y pensamiento de alguien. Somos Eternos. Somos un legado inmortal. Somos los creados por la Estilográfica mágica y ella nunca morirá.

Fin

miércoles, 6 de abril de 2022

La busqueda del dragon violeta

 La búsqueda del dragón violeta

 

Unos días después del viaje para despertar a Heken Pak, partió otro grupo, esta vez constituido por una humana y dos seres tres esencias, estos eran: Magnos Arctus Armel, que solo lo llamaremos Armel, el líder de los osos, Kundam la jaguar, guardiana de la Jungla y no olvidemos a Fleur, la tejedora, bruja de las lanas y ama de los hilos, guardiana de los seres de lana y del bosque de su mentora la tejedora anterior.

Estos tres personajes, también buscaban a un dragón, pero este era Raken Tuk, el dragón violeta, contraparte de Heken Pak, ambos eran el balance de las fuerzas. Y como Heken Pak estaba al Noreste, Raken Tuk estaba al Sudeste, cerca de las aguas saladas de los mares.

Armel, Kundam y Fleur, curiosamente, estaban acompañados de Nyek Itet, la tanuki.

En este caso, el dragón violeta, estaba bajo un gran arrecife de coral, también apresado durante años y años.

-Este dichoso dragón sí que está lejos… -se quejaba Armel

-No me parece tan lejano, ¿Cómo alguien tan grande se queja de caminar tanto? –Preguntaba Kundam

-Muchachos, no se distraigan o perderemos de vista a… ¿dónde está Nyek? – Dijo sorprendida Fleur buscando con la mirada a la mapache.

Los tres tuvieron que seguir caminando sin ella, dieron por seguro que se había adelantado.

-Momento –dijo Kundam- Allí la veo, a cincuenta metros, con un bulto a su costado, corramos.

Eso mismo hicieron y llegaron cerca de una costa de arena, pero quien vieron no eran Neyk, pero si una mujer y el bulto en el piso si era Neyk… solo quien estaba de pie era…

-¿Quién es tan tonto de traer a una mapache de guía? No sirven para nada a manos de una bruja…- Dijo la sombra que era una mujer joven de unos treinta años de edad.

-¡Ah! Solo eso faltaba, problemas –se quejó Fleur

-Hola Fleur, me presento, soy Lenhela, hija del mercenario Gelias, una bruja de alto rango y difícil de quemar.

-La Jaguar y yo nos adelantaremos – dijo Armel convirtiéndose en hombre oso al mismo tiempo que la morena Kundan hacía lo mismo.

Para poner en contexto, Lenhela era la hermana bruja del medio elfo Calluz, ambos hijos de un amorío que tuvo Gelias con una elfa bruja, eran mellizos, uno nació medio elfo y la otra… bueno, nació bruja, una muy soberbia, que estaba a punto de sucumbir frente a las lanas de Fleur.

-La lana mojada no dura mucho Fleur

-¿A sí?

-Sí, ¡tonta!

-¡Mordaza de junco! ¡Camisa de fuerza de lianas! ¡A ella!

Ambas cosas dieron de lleno en Lenhela que cayó pesadamente en la arena, en eso, Armel estaba dando fuertes golpes al coral que apresaba al dragón, tanto que retumbaban en el mar, sin contar las afiladas garras de Kundam que desgarraban el duro coral en girones.

Luego, viendo donde estaban sus compañeros, Fleur pronunció estas palabras:

-Raken Tuk, ¡sal de ahí y escucha mis insultos! Lombriz de agua estancada, anguila de pantano, gusano de estiércol.

El coral empezó a temblar y Armel y Kundam saltaron lejos de él. No imaginaron que la dulce Fleur fuera tan agresiva.

El coral reventó en miles de pedazos y de ahí salió violentamente el gran dragón chino de 30 metros color violeta.

-¿Quién osa insultarme? ¿Quién tiene el descaro de hacer eso? ¿Quién éres bruja de las lanas y las cuerdas?- Pronunció un enojado Raken Tuk, que se enroscó y miró hacia adelante.

-Soy Fleur, la reencarnación de Elian, la esposa de Demetrio el metalero, quien está parasitado por Arrganabak, una entidad que lo está consumiendo y yo juré volver a la vida para devolverle su vida a mi compañero de la otra vida, morí de cáncer a la misma edad que tengo ahora en esta vida, pero las cosas ahora cambiarán.

Lenhela, Armel, Kundam y una recién despierta Neyk escuchaban atentamente a Fleur, estaban perplejos de lo que estaban enterándose.

-¿Y qué debo hacer yo? ¿Qué tengo que hacer? Oh, espera un momento… Escucho a mi compañero Heken Pak, sí, sé que tengo que hacer, todo depende de lo que logremos ambos dragones, nada es rival para nosotros, los dos reguladores del equilibrio de este mundo.

- ¿Qué hacemos ahora Fleur? ¿O te llamamos Elian?- preguntó Armel confundido.

-Llámenme Tejedora, y ahora corramos a ver a Demetrio, queda poco tiempo.

Fleur agarró del piso a la atada Lenhela y empezó a arrastrarla, detrás iban los demás, Neyk, Armel y Kundam.

Era hora de salvar a Demetrio de su propio némesis y su propia ruina, él mismo.

Fin.

domingo, 3 de abril de 2022

La búsqueda del gran dragón

 

La búsqueda del gran dragón

 

-Vilka, repíteme para qué me trajeron tú y esta kitsune de pocas ropas… -dijo Demetrio acariciándose las barbas blancas y tocándose la cicatriz que cruzaba su ojo izquierdo.

-¡Oye! ¿Cuáles pocas ropas? Es vestimenta de cosplay, tú no entiendes de eso.- se quejó Kyan Tati

-Entiendo más de lo que piensas Kyan…

-De acuerdo Demetrio, estamos buscando al dragón Heken Pak, un gran sabio que nos ayudará con ciertos problemas, él sabe sobre el futuro de todos. Por eso vamos a las tierras frías del noreste.

-¿Y por qué vamos contigo?

-Porque Fédrez no es tan amigo del frio

-¿Y por qué Kyan Tati?

-Caprichos del escritor

-Entonces así sí ja ja ja – dijo Demetrio riendo y mirando a una molesta zorra vestida de cuero.

Vilkamuzta el lobo negro, Demetrio el metalero y Kyan Tati la kitsune estaban de viaje en busca de un legendario dragón, que vivía en las tierras heladas del noreste, al noreste del Gran Bosque, pero cerca de los Bosques Helados dónde vivía el lobo negro, era menester consultarlo urgentemente y ellos fueron los enviados para realizar la tarea.

Vilkamuzta estaba en su forma de hombre lobo, con ambas cicatrices en las cejas, Demetrio estaba con su chaleco que tenía un parche de una mano cornuta en la espalda y unas pesadas botas para nieve.

Kyan Tati, en cambio, estaba vestida con un pantaloncillo de cuero, una musculosa negra y unas botas que le llegaban a las rodillas todo ceñido al cuerpo y abrigada con una campera que apenas bajaba a la cintura, la cual tenía descubierta, todas esas ropas resaltaban sus curvas femeninas.

Al único que se le notaba su edad era a Demetrio, ya de pelos blancos, barba blanca  y una cicatriz en el ojo izquierdo, digamos que estaba cerca de cumplir entre 55 y 60 años de edad, aunque la magia lo hacía ver más joven.

Ellos caminaban hacia un gran glaciar, la morada del dragón, que ya empezaban a verlo a lo lejos.

En eso, se cruzaron con una sombra extraña, parecía un mapache, parecía una mujer joven, parecía…

-¡Neyk Itet! ¿Qué haces aquí? Muéstrate  –dijo una sorprendida Kyan Tati

Entonces, de entre las sombras, salió una mujer con orejas de mapache y una cola muy esponjosa.

Era Neyk Itet, la tanuki mágica, antigua compañera de andanzas de Kyan tati

VIlkamuzta y Demetrio se miraron mientras las dos mujeres se abrazaban y hablaban como cotorras de cosas de sus vidas.

-Gracias a los cielos que estoy separado, cada vez más molestas las mujeres que veo, gracias que Milena me abandonó… -Murmuraba Demetrio.

Ya cuando terminaron de saludarse, Kyan tati presentó a Neyk Itet, una vieja amiga de los bosques japoneses, que ambas solían ser espías de los bosques y se infiltraban fácilmente en cualquier lugar, Neyk era una pícara mujer mapache, una Tanuki, que también hacía cambio de vestuario y era muy engañosa.

-Solo falta la cereza del pastel, no puedo equivocarme- dijo Demetrio al aire, sin darse cuenta de que se tragaría sus palabras.

-¿Hacia dónde van? Los acompañare –Dijo Neyk

-Hacia el glaciar de Heken Pak- contesto Vilkamuzta

Llegaron ya muy cerca del glaciar y escucharon una advertencia.

-Alto ahí todos, ¿quién viene a molestar al legendario Heken Pak?- se pudo escuchar antes de que una lluvia de dardos, clavos y tuercas les cayeran encima, de no ser porque Demetrio pronunció las siguientes palabras:

-¡Escudo de tres capas!

-¿Estás seguro? ¡Lluvia de cascotes!

-Eso no me hará mella, Porque ¡yo soy Arrgnabak! –dijo Demetrio tele transportándose detrás del agresor y dándole un golpe de martillo a dos manos en la nuca.

Luego de noquear al agresor, Demetrio revisó sus ropas y encontró una foto en un guardapelo, en esa foto estaba alguien muy conocido por todos.

-Tienes una foto de Gelias, eso solo puede significar que eres…

-Calluz, el mercenario medio elfo, hijo del mercenario humano Gelias vencido por Magnos Arctus Armel.

Se hizo un silencio incomodo, uno que duró varios segundos. Pasado ese momento incomodo, Calluz habló

-Soy Calluz, el mercenario medio elfo, guardián de Heken Pak, soy un maestro lanzando cosas, esferas, piedras, dardos, clavos, tuercas, tornillos, lanzas, martillos, hachas de mano, cuchillos.

Calluz era alto y  estaba vestido con una armadura de cuero, con varias bolsas de cuero colgadas de su cinto repletas de cosas para lanzar, tenía la clásica mirada de los elfos de bosque, digamos que tendría unos treinta años de edad.

-Bueno bueno, que venimos a ver a Heken Pak, ¿dónde está él? –preguntó Vilkamuzta

-Detrás del glaciar, ha quedado atascado hace años, Neyk y yo estamos protegiendo su morada.- respondió Calluz

Demetrio mirando al glaciar, dijo con toda convicción:

-Este trabajo es para mí, a un lado -Dijo el hombre desnudando su torso el cual estaba lleno de tatuajes mágicos

-Aquí se termina todo… Cien millones de puñetazos de Arrgnabak, ¡Arrgnabak dame tu fuerza! ¡Yo soy Arrgnabak el grande!

Dicho esto, los millones de puñetazos aterrizaron en el glaciar y lo hizo añicos en segundos.

Luego de caer todos los pedazos de hielo, se vio un gran resplandor salir de lo que antes era un glaciar.

-Ahrg, ¿quién liberó a Heken Pak? Debo darle un premio, tantos años de encierro me tenían loco y aburrido.- dijo una voz que retumbaba como una caverna.

Y ahí estaba Heken Pak, un enorme y largo dragón chino de color azul, de 30 metros de largo, que se liberó y se enroscó sobre sí mismo.

Y ahí estaban perplejos; Demetrio, Vilka, Kyan, Calluz y Neyk, mirando al gran Heken Pak.

-¿Y bien?  ¿Qué quieren saber? ¿Sobre el futuro dicen? Hagan valer mi tiempo.

-Dragón- se adelantó a hablar Kyan -Queremos saber sobre el futuro del Gran Bosque, también sobre las tierras heladas del norte, y también el bosque de la tejedora, y el bosque quemado y la jungla de Kundam.

El Dragón quedó en silencio, empezaron a brillar sus ojos, y empezó a hacer unos sonidos guturales muy fuertes.

Los presentes esperaron pacientemente lo que iba a decir el sabio animal legendario.

-Muy bien, tengo la respuesta a sus consultas, todos esos lugares, seguirán vivos mientras todos los que creen en ellos, con ilusión en sus corazones y con la inocencia de un niño, nunca morirán, ni esos lugares, ni ustedes. Todo depende de que tanto sean recordados.

-Esto si pone alegría en nuestros corazones, Heken Pak, muchas gracias por tu sabiduría.- Dijo Vilka con una lágrima en su ojo derecho.

-Un gusto conocerlos a todos ustedes, gracias por liberarme.

Todos los presentes se alegraron y se abrazaron, Kyan con Neyk, Vilkamuzta con Demetrio, y Calluz se abrazó a un árbol todo blanco de nieve.

-Bueno, esto hay que festejarlo, juntemos comida. -Dijo Demetrio.

-Momento, yo me encargo de ello.-dijo Heken Pak e hizo aparecer comida como para un batallón de personas.- ¡A comer y festejar! – Y empezaron a comer glotonamente.

Todos los presentes estaban alegres de que estos relatos y aventuras nunca terminarían, incluso yo, Mano Negra, que estoy transcribiendo este relato y no puedo para de llorar de la alegría.