Dulce doncella de cabellera dorada
De deslumbrante belleza
Ven que te espero aquí ansioso
Espero que vengas hacia mí.
Con tus ojos color océano
Con tu virginal pureza
Con tu corazón lleno de amor,
Amor puro e incondicional.
Nacida bajo la tutela de la Balanza
En el cielo de estrellas infinitas
Hace ya muchos años en el pasado
Fue forjado tu destino y carácter.
Amas a los animales y no los comes.
Te conectas con el gran padre infinito
cuando cierras los ojos y sentada
cruzando las piernas en silencio.
Grande es tu imaginación
de niña es tu inocencia.
De gran espíritu compasivo
Es tu proceder.
Dulce muchacha de veinticinco primaveras
De carácter dulce como la miel
Que no rompes un plato
ni
matas un mosquito.
Ven hacia este pobre hombre solitario
Ven a ser mi compañera
Ven a forjar un destino de amor
Y de unión con el infinito.
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