Mapa de La Dimensión Mágica de Bosques

Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques

  Mapa de la Dimensión Mágica de Bosques   La Dimensión mágica de Bosques, lugar donde habitan los seres tres esencias y algunos yok...

lunes, 25 de noviembre de 2019

El zorro mágico


Había un intruso en el bosque, los mejores lobos de los lobos rojos lo estaban vigilando cada paso que daba. Le dieron el alerta al Alfa de turno de La Tribu de Lobos, este era Fédrez (Patas Blancas) que estaba acompañado de Armel el oso pardo, el cual podía convertirse en un hombre de gran tamaño.
Fédrez y Armel llegaron a la zona donde estaba el intruso: una humana alta, joven, flaca y de cabellos castaños y que tenía unas orejas que salían de la parte de arriba de su cabeza, llevaba un vestido blanco con breteles y falda que dejaba sus piernas y brazos al aire.
Ambos, lobo y oso, vieron a la chica joven que empezó a correr y fueron tras ella, Armel tomó la forma de hombre  y fue tras la joven, detrás venía Fédrez siguiendo a Armel.
El hombre se tiró encima de la joven y le trabó los brazos y ya estando de pie y forcejeando dijo:
-¡Lobo Gris! Ya tengo a la intrusa ¿qué hacemos con ella?
-Sostenla bien, voy a inspeccionarla.
Dicho esto, el lobo, transformándose en hombre-lobo, se acercó a la chica y empezó a olfatearla de pies a cabeza. Sintió un olor que le llamó la atención, se alejó y le dijo a Armel:
-No es una humana
-¡Que sí soy humana! Suéltenme que me hacen daño – dijo la chica con una voz chillona tratando de zafarse de Armel.
- ¿Como? Su apariencia es precisamente humana  y si no lo es ¿Qué es?– dijo el oso sorprendido.
-Un Kitsune – le dijo seriamente el lobo
- ¿Y eso?
-Es un zorro de varias colas que viven centenares de años, suelen ser muy astutos y sabios, les encanta convertirse en mujeres bonitas para engañar a los demás. Vamos zorro, muestra tu verdadera apariencia.
-Ja Ja Ja ¡Me han descubierto! -  Se le escuchó decir a la humana mientras cambiaba de forma y se convertía en un zorro rojo de un tamaño más grande que el que se suele ver normalmente, que tenía cuatro colas peludas que a continuación pronunció estas palabras:
-Vengo de lejos a anunciar unos hechos  y a compartir un poco de sabiduría antes de que me crezca una quinta cola. Lobo, ¿eres parte del consejo de lobos Alfa de La tribu de lobos? Sí es así, llévame con los del consejo, tengo algo para decirles.
-Soy el Alfa que se ocupa del recinto de ancestros, dada mi posición, es más que seguro que quieran escucharte, ven, daré la alarma de reunión del consejo.
Terminando de decir esas palabras, empezó a aullar de una forma muy particular.
Horra (Colmillos Largos) y Rodrena (Lomo Oscuro) que estaban discutiendo algo sin mucha importancia, escucharon la alarma de reunión, Horra, padre de Fédrez, aun pensando por qué se llamaba a reunión, replicó el llamado de reunión y en un rato, todos los Alfas, tanto machos como hembras estaban comunicándose a aullidos.
Rodrena se despidió de Horra diciendo que iba a preparar la hoguera que se solía encender en las reuniones del consejo.
Una hora después, estaba reunido el consejo de las 16 manadas, en el claro del bosque donde siempre se reunía el consejo de Alfas; compuesto de machos y hembras Alfa de cada manada, lobos en entrenamiento por bajas de Alfas y los ancianos.
Luego de que todos estuvieran en sus lugares y encendida la hoguera frente a la cual siempre se hacían las reuniones, Fédrez, tomando la palabra, dijo:
-He llamado a reunión porque aquí tenemos a un zorro legendario que quiere darnos información que tenemos que conocer y compartir entre todos, zorro, preséntate y dinos lo que debemos escuchar.
Se hizo un gran silencio, luego de mirar a todos a la cara, el zorro empezó a hablar:
-Mi nombre es Kyantati, un zorro que recorre el mundo y escucha noticias en todos los lugares, en cualquier momento me termina de crecer mi quinta cola y debo darles una noticia a todos ustedes líderes de la Tribu de Lobos.
Todos los presentes escuchaban atentamente a Kyantati.
-Se acerca el cambio de siglo, tanto en el mundo en el que estamos nosotros como en el mundo en el que viven los humanos, pronto las cosas se complicarán, habrá personas que pensarán que ya no somos importantes y podremos caer en el olvido, solo nos recordaran como leyendas y seres mágicos que no existen, tendremos que ser fuertes e intentar de nunca ser olvidados.
-Kyantati, -dijo Colmillos largos- debes saber que somos una gran red mundial de mercenarios  y guardaespaldas en el reino humano, sabemos pasar desapercibimos  y eso mucho no nos afecta, preferimos estar ocultos que estar en boca de todos, pero aun así tus palabras son acertadas, podemos llegar a caer en el olvido fácilmente y solo ser parte de historias de hadas o para asustar a los demás.
-Tengo un escritor amigo en el pueblo frente al bosque, pasando la encrucijada, le he dicho que escriba lo que sucede en el bosque a cambio de silencio y que todo lo que le contemos pase por invención suya, él se llama Anderic Mano Negra, es un humano confiable y seguramente tu paso por el bosque quedará registrado en papel y tinta. –agregó Patas blancas a lo que dijo su padre Colmillos largos.
-Eso no lo tenía previsto, realmente son inteligentes y organizados – dijo Kyantati sonriendo.
-Zorro, ¿te quedas a cenar y pasar la noche? agradecemos tus palabras y tu visita, casi nunca nos vienen a visitar seres sabios como tú. Hemos juntado varios frutos deliciosos si es que no comes carne, queremos seguir escuchando más palabras sabias si las quieres compartir con nosotros –dijo Lomo Negro.
-De acuerdo, me quedo a cenar y pasar la noche, nunca tuve tanta hospitalidad cómo aquí- dijo el Zorro mágico.
Luego de la reunión, se llamó a todos los demás del bosque, los osos de Armel, los lobos grises y a los rojos, negros y blancos, se le hizo un gran agasajo a Kyantati.
Al otro día, el Zorro de 4 colas, cuando se alejaba del bosque para ir a la encrucijada y convertirse en una bonita y joven señorita, le creció su quinta cola completamente, miró un momento a su nueva cola, al espeso bosque, y miró hacia delante, se convirtió en mujer y empezó a caminar hacia su próximo destino, que este aún era incierto pues no había decidido a dónde ir, mientras el sol estaba en lo alto en el cielo.
Fin

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