Parte 2
Charlando dentro de una
horda
Milena y Demetrio
entraron al castillo, caminaron un poco y entraron a un gran lugar de 6 puertas
enfrentadas 3 de cada lado y una a lo lejos, la puerta por la que entraron, se
cerró detrás de ellos.
Comenzaron a entrar
15 personas armadas con espadas, hachas y mazos, el metalero y la pelirroja se
prepararon para combatir.
-¿Charlamos un
rato sobre nosotros para pasar el rato? –sugirió Demetrio midiendo a los
rivales.
-Y si no hay otra
cosa para hacer mientras repartimos golpes… - Respondió Milena empezando a
esgrimir su katana de madera.
Repartieron
martillazos, barridas, ondas de corte y espadazos mientras detuvieron ataques
feroces y los devolvían con el doble de la fuerza empleada por los atacantes.
-¿Por qué no
respondiste las llamadas?
-Estaba ocupada
saliendo con idiotas que solo querían sexo para tenerme en su lista de triunfos
de ligues, prometían lo que fuere por 12 minutos de estar en una cama conmigo,
yo no quería eso. ¿Y tú en qué estabas ocupado?
- En hacer duelo
por mi esposa muerta, en ocuparme de mis fábricas de bebidas y en cazar seres
paranormales en mis ratos libres, también alejando mujeres caza fortunas.
-Ya hiciste
demasiado duelo de tu esposa, deberíamos darnos una chance entre nosotros.
-¿Contigo?
-¿Y por qué no?
Nos llevamos bien, eso lo que quiero creer.
-Tienes razón,
hacemos buen equipo y nos vemos bien juntos.
Derrotados los
15, se abrieron otra vez las puertas laterales y entraron 30 personas más a
combatir.
Entendiendo el
problema y viendo que los que derrotaron se levantaron del suelo, Milena
recordó que el metalero sabía de ataques mágicos.
Estando rodeados
y espalda contra espalda se dijeron:
-Demetrio ¿te
sabes la de los gorilas?
-Esperaba que lo
mencionaras.
Elevaron las manos
y empezaron a cantan una canción que parecía de niños al unísono.
-Siete gorilas
jugaban con fuego, una llama escapó y los árboles ardieron, el infierno a la
tierra los gorilas trajeron…
Luego de recitar
eso, una gran llamarada roja salió en todas direcciones. Enormes llamas de una
temperatura inimaginable alcanzaron a todos los enemigos que fueron rodeados y
quemados profundamente hasta que murieron calcinados y retorciéndose mientras
gritaban a pura garganta.
Disipadas las
llamas, se sacudieron el polvo del cuerpo y empezaron a caminar a la puerta que
estaba del otro lado de la habitación.
Antes de cruzar
la puerta, Milena le preguntó Demetrio si había traído la estaca de plata con
suero de ajo y un compuesto de plata venenoso en su interior.
-La traje, pero no entiendo por qué me pediste
esto.
-Por si hay
vampiros y para evitar un Deus ex Machina.
-¿Y por qué
debería de haber uno de esos dos? –concluyó el metalero enojado.
En la habitación
siguiente vieron un atril con dos libros grandes y gruesos.
-¿Que hace aquí
mi libro mágico de recetas de bebidas? Es mi libro en el que se recolectan
todas las recetas de bebidas alcohólicas que existen en el mundo, alguien
inventa una bebida o un trago y pum, aparece enseguida escrito en el libro.-
dijo Demetrio
-¿Y que hace aquí
el libro de magia de mi familia? Ha estado en mi familia durante generaciones
de brujas, Mi madre lo custodiaba con un gran recelo.- Agregó Milena.
-Demetrio
Líceros, Milena Eurist, yo los robé, JA JA JA. –dijo una voz en la oscuridad
que reía de forma estruendosa.
Fin Parte 2
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