Recurro al más
grande de los dementes,
que habita en la
más recóndita esquina olvidada de la mente,
lo llamo a resurgir de sus cenizas
para desatar el mayor de los infiernos de la
consciencia humana
para descolocar a la gran masa
anestesiada que camina
dominada por nimiedades tontas,
exageradas que nublan la razón
empobrecen
el aire que todos los días se
respira
renace ya de tus
antiguos restos
¡oh, viejo sabio
temido!
despoja las
mentes dormidas de su comodidad
oxida las cadenas
que atrapan la verdad
y has que todo
humano tiemble
con el sonido de tu nombre.
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