El día de adopciones
Era una bella tarde en el bosque de las elfas que cuidan gatos, ellas llamadas Taisimine la elfa pelirroja y Jasimine la elfa rubia, ambas elfas de bosque.
En esta ocasión era el día de adopciones, un día que las elfas pautaban que las personas de buen corazón vinieran a adoptar gatos ya que estos no vivían para siempre con ellas, ellas solo oficiaban de rescatistas y sanadoras, ya llegado un tiempo, para que no creciera indefinidamente el número de gatos, estos eran dados en adopción para reducir el gran trabajo que lleva cuidar gatos desamparados, las elfas no eran locas de los gatos, ni mucho menos acumuladoras de ellos.
Todos ellos, el día anterior eran aseados, y sus cuellos adornados con moños y listones con datos de ellos: de su carácter, sus hábitos y algunas condiciones de salud.
Las únicas personas que no eran bienvenidas eran las que hacían magia negra o sacrificios de animales.
Esa tarde, Fuzzy el gato naranja y blanco a rayas, era el gato que más apegado estaba a Taisimine la elfa pelirroja, no dejaba de mimarla y se la pasaba subido a su hombro derecho.
Un gran tumulto de seres mágicos y humanos se acumuló en la puerta de madera para adoptar gatos, humanos con sus hijos y algunas brujas, aparte de elfos.
Parecía que ese día los más buscados eran gatas Carey y gatos negros machos y hembras.
La frases más dichas por las elfas era “gracias por confiar en nuestros cuidados”, “usted se lleva una gran opción”, “ese gato sí que sabe elegir una familia cariñosa”
Aparte de Fuzzy, había un gato que nunca nadie adoptaba, este gato era Stefen, un gato tuerto, de color blanco con negro, de casi 10 años de edad, nunca participaba de los días de adopciones y siempre estaba alejado mirando como los demás eran adoptados, él había perdido las esperanzas.
Pasada la jornada casi cayendo el sol de la tarde, ya casi nadie quedaba para adoptar gatos.
Pero, en el camino a la casa de las elfas, venia caminando una niña de unos 11 o 12 años de pelo castaño oscuro con un vestido de volados y muchas flores.
Las elfas notaron su presencia y mirando por encima de la reja de madera, Taisimine le pregunto:
-dime querida, ¿vienes a adoptar un gato?
-Si querida elfa, ¿aun te quedan algunos?
-siempre tenemos gatos dispuestos a ser adoptados, los mejor cuidados de todo el bosque. Pasa y busca el que más te guste
La niña vio varios de ellos que se vieron con ánimos de ser adoptados.
-¿hay alguno que te llame la atención?
-vengo a buscar al que no se lleva nadie
La elfa rubia se quedó helada, la niña quería a…
-¡Stefen! Ven aquí viejito maltrecho y tuerto, aún hay esperanzas para ti- grito a todo pulmón Jasimine
Stefen salió de su escondite y camino hacia las elfas y la niña.
Con sus pasos lentos, pestañando con su único ojo, el gato se acercó.
La niña se agacho y puso su mano en la cabeza del viejo Stefen, quien empezó a maullar y a fregarse en la niña.
Stefen pensaba que ya no tenía chance con los humanos, recordaba haber sido atacado por animales feroces, haber perdido uno de sus ojos, y haberse hecho huraño y malhumorado.
Todo eso hasta que una niña lo acaricio y su esperanza de ser adoptado renació.
-bueno querida, debemos hacer algo de sociales, ¿cuál es tu nombre? –dijo Jasimine.
-Mayla
-¿tienes padres?
-Sí, ellos me enviaron aquí por un gato
-el gato que llevas es el viejo Stefen, te llevas el tesoro más grande de nuestro hogar, Stefen ya no tenía esperanzas de ser adoptado.
-no importa, yo siempre quise un gato de su color, me hace recordar a mi abuelo por la falta de su ojo.
-me alegra mucho que Stefen se vaya en adopción.
A partir de ese momento el gato tuerto vivió una vida llena de amor, cazo muchos roedores y alegro el corazón de Mayla.
La niña partió llevando a Stefen en una canasta de juncos.
-Taisimine… -dijo un curioso Fuzzy
-Dime Fuzzy –dijo la elfa pelirroja
-¿Algún día seré adoptado?
-¿Quieres serlo?
-no… suficiente con tenerte a ti.- dijo el minino restregándose contra la cabeza de la elfa
-que gato romántico ja ja ja – dijo Taisimine acariciándolo y apretándolo contra ella.
Esa noche quedaban treinta y cinco de los cincuentaiun gatos contando a Fuzzy. Las elfas hacían un gran trabajo cuidando gatos y dándolos en adopción, sus corazones estaban llenos de amor para dar, y también los de los gatos que eran adoptados.
1 comentario:
Es ASÍ, MEJOR Adoptado😚😚😚
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