En un lago de lágrimas negras
El monstruo espera paciente
Para su presencia no hay remedio
El acecha a los que tiene cerca
Va por ellos sin descanso
Se alimenta de sus pesadillas
de sus sufrimientos
de sus más fuertes temores
Un festín se hace con miedosos
El busca el dolor, la decepción
La desesperanza de los sin paz
El rechinar de dientes es música
Para sus cientos de oídos.
¡Escucha ese sonido grotesco!
Es su forma de anunciarse
Viene por ti, viene por mí
Viene por todos los de aquí
Ya su presencia te vuelve loco
Te queda de cordura muy poco
Aun así descuida, no sentirás nada
Paralizado por el horror estás.
A su merced quedas
A su merced estás ahora
No esperas la hora
De que esto termine.
¡Ya la puerta se ha abierto!
¡No tienes escapatoria!
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