La gran batalla y la redención
El Gran Bosque estaba en conflicto, aquello de preparar
tropas no fue en vano, Pankrathos el alien león tuvo razón, y las tropas,
tuvieron que aparecer rápido.
Un gran número de soldados zombies habían invadido todo el
bosque, y Kundam la mujer jaguar estaba con sus felinos de la selva, también
Armel con sus osos, Fedrez con el gran grueso de hombres lobo y ya que
nombramos, Charlie el recién aparecido de los alien león, estaba comandando a
los leones escondidos, que fueron llamados
y aparecieron en poco tiempo. Aren y Yulen también aportaron a los pumas
de las montañas del oeste.
Los zombies, estaban en la búsqueda de la gran biblioteca
del gran bosque, querían destruir el epicentro del conocimiento y robar libros
de conocimiento prohibido y arcano.
La gran biblioteca, estaba siendo protegida por la bakeneko
gatuna Flora, Semforah la wraith y Demetrio el metalero. Flora no dudó en sacar
sus garras cuando le dijeron que la biblioteca estaba en peligro, Demetrio se
sintió alagado al ser llamado para pelear, hace rato que no tenía un rato de
acción de batalla.
En eso, los zombies a pesar de ser muchos, no podían avanzar
gracias a los esfuerzos de las tropas de los anteriormente mencionados
comandantes.
Pero, cerca de la biblioteca, Demetrio y Semforah, vieron a
unos seres muy familiares, sobre todo para Semforah. En cuanto se acercaron,
todo salió a la luz.
-Semforah ve caras familiares ¡son ustedes!, ustedes me
traicionaron y por eso quedé hecha una wraith vengativa, ustedes mataron a mis
gatos y me torturaron hasta la muerte.- dijo la fantasma estallando en cólera.
Estas personas no eran ni más ni menos que Gelias el
mercenario, ahora en forma de zombie y sus hijos Calluz el medio elfo y Lenhela
la bruja.
-Oh, me conoces, pero no recuerdo tu cara, he matado tantas
personas por encargo y lo mismo mis hijos, no te recuerdo con el nombre de
Semforah, igual, volverás a morir. –dijo un despiadado Gelias zombie.
-¡Calluz! ¡Lenhela! ¡Traidores! Ustedes cuidaban de Raken
Tuk y Heken Pak, los dragones del orden y el caos, a la primera de cambio se
volvieron una desgracia para nosotros – vociferó Demetrio apretando los puños.
- ¿No recuerdan esto que me hicieron por proteger a mis
gatos? – dijo Semforah y se despojó de sus vestimentas harapientas solo
quedando en un pequeño top color gris y unos calzones del mismo color, su piel
era de un blanco pálido como una hoja de papel, su pelo era color negro, sus
ojos totalmente negros, y sus dedos eran largas garras de uñas ridículamente
largas y afiladas, en sus brazos y piernas, en su abdomen y en su espalda,
había centenares de marcas profundas de latigazos, latigazos con los que la
torturaron hasta casi matarla.
-Ah, sí, lo recuerdo, ¿lo recuerdan Calluz y Lenhela? La
dueña de las campanas Tihn Sahn, pero eras una elfa, solo encontré una de la
campanas en tu roto cuerpo muerto, fue una pena torturar a una mujer tan bella
pero tan cabeza dura.- dijo Gelias sin tener un poco de compasión en sus
palabras.
-¿Tú tienes a Tihn?- dijo la fantasma sacando de detrás de
su cabello un objeto color bronce, haciendo sonar a la campana Sahn –entonces
estas en problemas.
-¿qué sucede? No podemos movernos.- dijeron Gelias, Calluz y
Lenhela.
Sucedía que cuando la campana Tihn, estaba cerca de la
campana Sahn, ambas sonaban juntas e inmovilizaban grupos de personas de
cualquier tamaño.
-Ahora viene la venganza, ¡mi venganza! –dijo una Semforah
con voz de ultratumba.
-voy por Calluz –dijo Demetrio depositando fuertes y
contundentes golpes de manoplas en el cuerpo del medio elfo
-miau, estoy con ganas de desgarrar a una bruja- dijo Flora
llenando de arañazos a una Lenhela aterrada
-Semforah, no deberías vengarte, cometí un error, el de no
destruirte- dijo un confiado Gelias que trataba de moverse.
-Ya te llegó tu hora por segunda vez, Armel te mató por un
candado robado, yo te destruiré por ser un maldito despiadado- dijo Semforah y
sus largos dedos empezaron a convertirse en duras hojas de cuchillas.
Lo que viene a continuación, es un joven Calluz todo
magullado por cientos de puñetazos que no cesan, una Lenhela aullando del dolor
y llena de cortes causados por las uñas de Flora, y un Gelias todo hecho
pedazos por las enormes uñas de Semforah.
La batalla con los zombies ya había llegado a su fin, los
ejércitos de hombres lobo, hombres jaguar, osos, leones y pumas diezmaron
rápidamente los miles y miles de no-muertos.
Semforah miró la cabeza de Gelias tirada en el suelo que aún
daba señales de vida. La fantasma entonces dijo:
-Demetrio, ¿traes el puño supremo encima?
-Obviamente, nunca salgo de casa sin él –respondió el
metalero
-borra a estos tres de la existencia
-El puño supremo, hora de borrar traidores
Y de las manos con manoplas del metalero, surgió una desbastadora
energía de destrucción que borró a los cuerpos de los tres traidores y los
desintegró de la existencia
-maldi…-dijo Gelias antes de ser borrado hasta los átomos su
cuerpo de zombie no-muerto.
Ya estaba terminada la batalla, los cuerpos de lo zombies se
pudrían entre los árboles y la tierra llena de insectos hambrientos que comían
los cuerpos descompuestos.
Todos los comandantes tres esencias se reunieron con
Semforah, Demetrio y Flora.
-Mi venganza fue consumada, Semforah no sabe que sigue a
continuación, ¿me evaporaré como todo fantasma que ya no tiene cosas pendientes
en este mundo?
En eso, una voz maternal se escuchó en el cielo y un haz de
luz bajó a tierra, era la Luna, en su avatar de mujer vestida de blanco y de
blancos y dulces ojos.
-Raken Tuk, Heken Pak, solicito su ayuda –dijo la mujer de
blanco
Ambos dragones se presentaron, para sorpresa de los
comandantes tres esencias, la bakeneko Flora y el metalero Demetrio
-Semforah, ¿quieres revivir? – le preguntó Luna
-¿como? – preguntó una Semforah confundida
-¿quieres volver a tu vida anterior, la de elfa?
-¿eso se puede?
-nosotros tres podemos hacer eso, darte una segunda
oportunidad- dijeron los dragones
Pankrathos que estaba detrás de la fantasma wraith, le apoyó
la mano en el hombro y le dijo:
-decide bien, estás a un encantamiento de recuperar la dicha
de ser como eras antes, y aparte seguir teniendo gatos.
-¿entonces? ¿Qué decides? –dijeron los dos dragones y la
luna
-quiero volver a ser una elfa –
-concedido – dijo Luna
Una gran luz envolvió a Semforah de pies a cabeza, su cuerpo
empezó a brillar, estuvo así al menos cinco minutos, hasta que la luz
desapareció.
Y tirada en el suelo, se desperezaba una elfa de orejas
puntiagudas, ojos grises, pelo enrulado y largo de un tono naranja zanahoria
hasta la cintura y que caía delante y detrás de sus hombros, de una piel blanca
y tersa, picada de pecas, de una belleza incomparable, angelical y casi
indescriptible e imposible no quedar enamorado de ella al verla, su altura era
de un metro con ochenta centímetros, sus pechos eran de un tamaño mediano, su
cuerpo era totalmente armonioso, como casi tallado a mano, estaba vestida con
delicadas ropas de seda con mangas largas y un manto que le cubría los hombros
y la cabeza largo hasta el suelo.
-¡oh! ¡Por mis gatos! ¿Quiénes son todos ustedes? ¿Ya se
enamoraron de mí al solo contemplarme unos segundos?- dijo la elfa pronunciando
sus palabras con una delicada y dulce voz.
-Semforah no sabíamos…-dijo Pankrathos siendo interrumpido
por la elfa
-¿Quién es Semforah? Mi nombre es Taisimine y soy una Elfa
mágica del bosque y de los gatos, ¿dónde están mis gatos? ¿Ustedes son mis
gatos? –dijo mirando a Charlie, Pankrathos, Aren, Yulen, Kundam, Zalana y
Flora.
Y se escucharon maullidos, entonces, aparecieron unos treinta
gatos, de todos los tamaños, negros, blancos, a rayas, manchados, multicolores,
machos y hembras.
-¡Mis gatos! Yo soy una elfa que cuida gatos desamparados,
soy una especie de dama de los gatos, y ahora ¡veo gatos humanoides! ¿Quién me
explica esto? He dormido tanto tiempo…
-¡muchachos! La guerra ha terminado, hora de festejar muchos
días de corrido, tres días al menos y tú Taisimine estás invitada – dijo Mano
negra que recién se sumaba a todo este evento.
-¿Me explicarán quienes son todos ustedes?- Dijo la elfa
-Somos seres de tres esencias, te explicaremos mientras
celebramos, tienes mucho que escuchar, en tres días estarás al tanto –dijo Kyan
Tati que también recién se sumaba a todo.
-haremos aparecer la comida, vayan acomodándose - dijeron
Charlie y Pankrathos
-¿Que comerás Taisimine? – preguntó un interesado Mano
negra.
-oh, tráiganme frutas, las amo –dijo una alegre Taisimine.
Y ahí fue cuando todo quedó en paz, y por ahora terminamos
esta historia de Semforah la wraith, ahora Taisimine la elfa de los gatos que
fue redimida, Pankrathos y los muchachos Aren y Yulen. Semforah recuperó su
verdadera forma, Pankrathos salió de su exilio y Aren y Yulen fueron aceptados
en un grupo luego de tanto esconderse. Todos tenían su razón de ser.
Fin.