El hombre tigre y el hombre puma
Era una tarde de sol en algún parque nacional americano,
venían escapando de una emboscada, Aren un hombretigre de color blanco y Yulen
un hombrepuma, ambos jóvenes y de mediana estatura, a pesar de estar
capacitados para pelear con diez hombres cada uno por separado, en este momento
estaban cansados de escapar.
Por un largo camino de muchos árboles, caminaba Kyan Tati la
kitsune y a su lado el metalero renacido Demetrio Liceros, ellos dos, vieron
pasar a los felinos y decidieron ayudarlos.
-Kyan, tu sabes que hacer, yo me llevo a los muchachos
-De acuerdo Demetrio, ¿has traído las hierbas para ser
invisibles?
-Algún manojo de eso tengo, oye, ahí vienen, distrae a la
muchedumbre.
Demetrio les hizo ademanes a los felinos y Kyan se puso
delante de la gente, generando una ilusión de un enorme zorro blanco de 9
colas.
-La ilusión de los zorros de 9 colas, ¡vengan a mí,
desgraciados!
De Kyan salió una enorme figura que se veía un zorro
endemoniado con la boca llena de sangre de cuatro metros de altura y de gran
envergadura. No hace falta decir que los felinos quedaron a salvo porque
Demetrio los agarró de los brazos y los metió en un enorme arbusto.
El grupo de gente, al ver la ilusión creada por la kitsune,
se frenó en seco y en un grito, salieron corriendo en la dirección contraria,
un grupo de veinte personas que llevaban palos y antorchas terminaron
asustados, dejando vía libre a que Demetrio saliera por otro lado del arbusto
con el hombre tigre y el hombre puma.
-Kyan, vámonos, ya es suficiente.- fue lo que escuchó la
zorra dejando que desapareciera la ilusión creada.
-Cada vez me salen mejor las ilusiones ópticas, ¡hurra! ¡Oigan!
¡No se olviden de mí!
Pasado un rato, en una zona boscosa segura, los tres seres y
el metalero, se sentaron en unos troncos de árbol a hablar un rato.
-muchachos felinos, digan sus nombres, nosotros somos
Demetrio Liceros el dueño de las bebidas y pociones, un renacido. Y ella es la
Kitsune Kyan Tati, espía, experta en ilusiones y maestra de los disfraces, una
poderosa Yokai.
El hombre tigre tomó la palabra:
-Él es Yulen, un tres esencias puma y yo soy Aren, un hombre
tigre blanco, también tres esencias, escapábamos de un pueblo que estaba
persiguiéndonos y que nos descubrieron en nuestra segunda forma, no pensábamos
que los humanos serían tan hostiles.
-muchachos, me asombro de su ingenuidad, los humanos son
hostiles con los que se transforman, no se dan una idea de lo fatal que uno se
las pasa.- les dijo Kyan
-¿Ustedes son de la zona montañosa del oeste? –preguntó Demetrio
-Así es, ¿tanto se nos nota? –preguntaron sin darse cuenta
que, precisamente, los pumas son de montaña
-La verdad que sí, pero miren, los invitamos al gran bosque,
con nosotros hay un gran grupo de tres esencias, un lobo, un oso, una jaguar, y
algunas yokai, serán bienvenidos, no serán juzgados ni perseguidos, ya veo que
ustedes quieren ser aceptados, entre humanos solo serán perseguidos y señalados
con el dedo por sus diferencias. -dijo Kyan
-Aren, ¿Qué me dices? ¿No crees que es lo mejor para
nosotros? – dijo Yulen con una gran sonrisa.
-Yulen, tienes razón, nacimos felinos y creímos que teniendo
la ventaja de pasar como humanos, no seriamos atacados, pero si estas dos
personas están en un lugar en los que no son atacados, ¿por qué no nosotros?
-¿y bien? ¿Aceptan la propuesta?
-Sí –Dijeron ambos felinos.
-Bueno, ya se hace tarde, tomen estas hierbas que lo vuelven
invisible a uno, serán necesarias para llegar al portal de viaje, no duden de
nosotros, a partir de ahora, somos amigos.
Kyan tomó una ramita de hierba, también Aren y Yulen,
Demetrio tomó una y guardó lo restante.
-Ahora, mastiquen la hierba invisibilizadora.
Todos masticaron la hierba, y empezaron a desvanecerse y
volverse transparentes.
Empezaron a caminar para el lado de la selva latino-americana,
allí los esperaba Kumdan la mujer jaguar, que estaba alegre de ver más felinos
en el equipo.
Más adelante, serían recibidos por los otros del grupo de
tres esencias en una reunión en el gran bosque, pero eso es parte de otra historia.
Fin